Fondos de Cultura celebran el centenario de Violeta Parra y miran de cerca a regiones

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Más de $ 12 mil millones recayeron en 860 proyectos de todo el país. El 59% corresponde a regiones. La cantautora y artista chilena será la gran protagonista del 2017, con 15 diversas iniciativas.




Su eco y sombra cruzarán el país. Las calles de Antofagasta se revestirán con sus décimas y grullas de colores. En San Antonio, un mosaico inspirado en sus canciones y arpilleras teñirá la fachada del centro cultural. Más abajo, en la lejana y bella Araucanía, los artistas circenses harán lo suyo sobre la pista, intentando narrar parte de su vida desde las alturas, mientras un bus recorra la Región del Biobío esparciendo su canto al pueblo. Y aquí, en el Cementerio General de Santiago, donde descansan los restos de Violeta Parra, la popular plazoleta que lleva su nombre será remodelada en la víspera del 4 de octubre, cuando se cumplan 100 años desde su nacimiento.

15 proyectos financiados por el Fondart 2017 celebrarán a la artista y cantautora chilena en el año de su centenario, según anunció ayer en Punta Arenas el ministro de Cultura, Ernesto Ottone. En total, más de $ 12 mil millones fueron distribuidos en 860 iniciativas de arquitectura, arte, teatro, circo y artesanía, 19,6% más en relación al año anterior. El 66% de los proyectos se desarrollará en regiones, donde se destinaron $ 5.890 millones.

Un teatro que identifique

Gopal y Visnú Ibarra (Víctor sin Víctor Jara) vuelven a adjudicarse $ 13 millones con los Coros Ciudadanos, cuyo eje 2017 será, precisamente, la autora de Gracias a la vida. "El proyecto ya se echó a andar en Chillán y Lautaro con tres de sus canciones más políticas, pero queremos ampliar el repertorio a diez temas que resalten esa faceta suya", comenta Visnú. En octubre, en tanto, en paralelo a la vida de los Coros Ciudadanos en regiones, una cantata musical inspirada en Violeta Parra debutará en el GAM con un elenco multitudinario, encabezado por Catalina Saavedra, Daniel Alcaíno, Simón Aravena y Ema Pinto.

También en teatro, casi $ 80 millones recayeron en la tercera y última parte de la Trilogía proletaria: mineros, campesinos y obreros de Antonio Acevedo Hernández (1886-1962). "Después de Chañarcillo y La canción rota cerraremos el ciclo con Las almas perdidas", dice Hugo Medina, tutor del proyecto y quien ha protagonizado los dos montajes a cargo de Carolina Araya, Carola Rebolledo y Nelda Muray. Esta última pieza, en tanto, aterrizará en Matucana 100 en agosto.

La nueva comedia negra de Marcelo Leonart y La Fusa (Liceo de Niñas), Noche mapuche, llegará al GAM en septiembre, con $ 30 millones. Nona Fernández, Néstor Cantillana, Roxana Naranjo y Pablo Schwarz darán vida a dos parejas del barrio alto santiaguino reunidas una noche. "Una de las chicas revela al resto una primera experiencia sexual suya en el sur, desatando una tragedia íntima y feroz", dice el autor, quien además dirigirá el montaje.

Fallecido en octubre, Juan Radrigán figura también con Medea mapuche (2000), inspirada en la obra de Eurípides que llegará al Teatro UC en agosto, dirigida por el argentino César Brie y con las actuaciones de Silvia Marín y Daniel Alcaíno. "Juan quería remontar este texto y pensó en Brie y su sensibilidad para hacerlo", dice Rienzi Laurie, productor de la obra que se adjudicó casi $30 millones. Por su parte, el ex La Troppa, Jaime Lorca, celebra desde el Anfiteatro Bellas Artes los fondos para dos de sus proyectos: $ 29 millones para su adaptación de El rey Lear de Shakespeare que estrenará entre agosto en el mismo espacio, y luego, los $49 millones para la sexta versión del festival La rebelión de los muñecos. "Queremos no solo seguir mostrando el lenguaje de marionetas sino además traspasarlo a los jóvenes a través de talleres", dice Lorca.

De Leppe a Kulczewski

En enero pasado fueron 120 años de su natalicio, y el 19 de septiembre de 2017 serán 45 desde su muerte. El legado del arquitecto Luciano Kulczewski, uno de los exponentes del Art Nouveau chileno, volverá por partida doble: poco más de $11 millones recayeron en el proyecto Arquitectura y militancia en Luciano Kulczewski: edificios colectivos de la Caja del Seguro Obrero en Arica e Iquique (1939-1949), a cargo de Ronald Harris; y otros $ 20 millones en Ciudadano K, el documental de Pablo Berthelon. "En 2012 partimos una investigación y a desarrollar proyectos ciudadanos para dar a conocer su trabajo, con rutas patrimoniales, escuelas de verano sobre arquitectura, etc. Vamos a presentar el documental junto a una exposición sobre arquitectura moderna en Chile y el aporte de Kulczewski", cuenta Claudio Martínez, de la Agrupación Cultural Lastarria Mistral.

En el terreno de la fotografía, Mesa de los pecados. Chile, de Mauricio Toro Goya, analizará "la relación de los chilenos con los inmigrantes a través de cuatro fotografías que ponen en escena personajes que interpretan los conflictos con japoneses, palestinos, peruanos y colombianos en distintos momentos de la historia", dice el artista. Enfermedades preciosas, en tanto, de Cecilia Avendaño, que obtuvo casi $19 millones, será "una serie de más de 20 fotos sobre la somatización del cuerpo femenino y sus relaciones complejas con la psiquis y la cultura".

2016 fue un buen año para la artista chilena Voluspa Jarpa (1971). Por primera vez sus obras fueron expuestas en solitario en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), y ahora, casi $30 millones impulsarán dos exposiciones suyas en junio de 2017 como parte del proyecto Utopía/Distopía-Operación Gladio. Una será en París y la otra en la Feria ArtBasel, ambas asociadas a la galería parisina Mor- Charpentier. "Las obras derivan de la investigación que he sostenido a través de la revisión de archivos desclasificados por la CIA y la OTAN. La idea es ahora establecer un cruce entre los documentos de inteligencia europeos y latinoamericanos", dice Jarpa.

Justo Pastor Mellado, por su parte, hará de Cómo se hacen las cosas: Carlos Leppe, un archivo digital con registros e investigaciones en torno a la obra del artista chileno y sus acciones entre 1970 y 2014. A pesar de haber recibido sobre $ 10 millones, Mellado reafirma su crítica al fondo: "El Fondart es un subsidio encubierto para artistas menesterosos. Es escandaloso que existan 'proyectos de excelencia'. Esta es una zona reservada para los artistas que tienen mayor capacidad de lobby que los principiantes aspiracionales. Los artistas piensan que si no hay Fondart no hay obra. Proyectos autónomos como el nuestro requieren del recurso de estos fondos, pero ya hemos trabajado con nuestros propios recursos", declara.

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