En 1994 el automovilismo vivió un hito cuando ESPN decidió transmitir por primera vez una carrera de autos eléctricos. La competencia se llamaba Fórmula Lightning (relámpago, en inglés) y estaba reservada a estudiantes de ingeniería de Estados Unidos, quienes, como parte de su actividad universitaria, diseñaron vehículos similares a los de la Fórmula Uno y que podían alcanzar hasta 230 kilómetros por hora. Pero el debut fue un bochorno: las cámaras se perdieron la largada en Indianápolis. Igualmente, la prueba duró hasta 2004.
Diez años después de la clausura, los autos eléctricos vuelven, ahora en la Fórmula E, que espera convencer a los fanáticos de que una competencia que no contamine el ambiente es necesaria y que la ausencia del rugido ensordecedor de los motores a gasolina no es un obstáculo para disfrutar del deporte tuerca.
Durante nueve meses, la Fórmula E, que parte en la madrugada de mañana en Beijing, reunirá a 10 equipos en 10 fechas a través del mundo en monoplazas que llegarán a los 225 km/h y sin usar una gota de combustible.
A diferencia del antiguo torneo universitario, esta competencia es absolutamente profesional: cuenta con la aprobación y respaldo de la Federación Internacional de Automovilismo, su inversión supera los US$ 50 millones y uno de los dueños de equipos es el legendario Alain Prost, el francés que obtuvo cuatro título en el Circo.
No es el único gran patrocinador. También aparecen como inversionistas el magnate británico Richard Branson, dueño del grupo Virgin, y Leonardo DiCaprio, conocido por su activismo ecológico y que apoya a Venturi.
Para los involucrados, el inicio del torneo en Beijing tiene un simbolismo. La capital china supera en 20 veces los niveles de polución. Por esto es que la idea de la Fórmula E no es sólo la competitividad, sino que la difusión de la tecnología eléctrica.
"Anhelamos convertirnos en el primer deporte motor con cero emisiones. El torneo está dirigido a los fanáticos de las tuercas más jóvenes, a la generación milenio que no se despega de su celular", dice el presidente de la Fórmula E, el español Alejandro Agag.
En esta primera temporada, todo el parque tendrá el mismo modelo de auto, el Spark-Renault SRT_01E, fabricado por la casa del rombo. Además, otras marcas están detrás del desarrollo de piezas del vehículo, como Dallara (chasis), McLaren (electrónica) y Michelin (neumáticos).
Estos autos eléctricos alcanzarán y que alcanza 225 km/h, contra los 300 de los F1. Tampoco genera mucho ruido: 80 decibeles versus los ensordecedores 150 del Circo.
El británico Sam Bird, piloto del equipo Virgin, aclaró que los autos no son completamente silenciosos. "Lo que obtenemos es el silbido del motor eléctrico, el zumbido de la caja de cambios, el ruido de las llantas y del camino, pero también puedes escuchar la aerodinámica del auto. Tras décadas del estruendo producido por los ruidosos y malolientes motores a combustión esto es realmente agradable", afirmó al diario Financial Post.
Debido a que la tecnología de las baterías eléctricas aún no permiten recargas en segundos y a que cada una de ellas entrega unos 20 minutos de autonomía, cada piloto tendrá dos autos, que deberá intercambiar en cada carrera. Para impedir accidentes en los pits, cada coche generará una alarma de sonido especial para evitar accidentes.
El convencimiento a los pilotos, según Agag, no fue tan difícil y habrá dos mujeres en la grilla. "El punto de inflexión fue cuando Jarno Trulli, un ex piloto de F1, probó el auto por primera vez y se impresionó. Los pilotos querían ver que estas son carreras reales. No es una demostración ni un show", dijo Agag.
El italiano es uno de los 12 pilotos inscritos con pasado en la F1. Entre los demás, destacan Nelsinho Piquet, Bruno Senna, Nick Heidfeld y Jaime Alguersuari.
La organización espera que la audiencia televisiva del torno llegue a 205 millones de espectadores (en Chile se verá por Fox Sports) y en lo inmediato el plan es expandirse rápidamente. "Tenemos dos vías de crecimiento. Una es geográfica, ya que nos gustaría llegar a África, Nueva Zelandia o Australia y por ahora planeamos añadir una o dos carreras por año. En términos tecnológicos, el crecimiento vendrá de los fabricantes que diseñan los autos", concluye Agag.