Tras su triunfo en el Gran Premio de Brasil, el alemán Nico Rosberg sueña con arrebatarle al británico Lewis Hamiltón el campeonato de la Fórmula 1, pero necesitará sí o sí que su compañero en Mercedes tenga una mala jornada en una última carrera en Abu Dabi, que promete emoción.
"Sigo creyendo al cien por ciento que lo puedo conseguir, pero para ello obviamente necesito un poco de 'ayuda'", dijo Rosberg de cara a la decisiva prueba del 23 de noviembre.
El alemán, que busca coronarse por primera vez en la Fórmula 1, se encuentra fortalecido en el duelo psicológico con Hamilton tras cortar en Brasil una racha de cinco victorias consecutivas del británico.
Sin embargo, no todo está en sus manos. Aún ganando en Abu Dabi, Rosberg deberá esperar que su compañero en Mercedes no se ubique segundo. Una perspectiva que, dada la diferencia entre las "flechas de plata" y el resto de los equipos, sólo podría producirse con un error de Hamilton.
"Saldré a atacar al máximo, intentaré ganar y veremos qué pasa", dijo Rosberg, para quien el título coronaría un año soñado, que incluyó casamiento y una larga prolongación de contrato.
Pese a que los 17 puntos de distancia con Hamilton lucen como una diferencia importante, el sistema de puntuación doble que se otorgará excepcionalmente en la última carrera le brinda al alemán de 29 años renovadas esperanzas. Y así lo entendió la prensa internacional, que destacó el dominio que exhibió Rosberg a lo largo de todo el fin de semana.
"La carrera de su vida", escribió el diario británico "The Telegraph" tras la quinta victoria del alemán en la temporada. "Nico no ha dicho aún la última palabra", comentó el francés "Le Figaro".
A Hamilton, el líder del Mundial, no le dolió tanto el segundo puesto como sus errores en Sao Paulo.
"Sin mi trompo en la vuelta 28 habría ganado", aseguró el británico, molesto por haber contribuido él mismo a la victoria de su rival. Una falla que no se podrá permitir en la carrera decisiva.
"¿Pierde Hamilton de pronto los nervios?", se preguntó el diario suizo "Blick". Pero el campeón mundial de 2008 no se inmuta: "Hoy había en juego puntos, no el título. La próxima carrera será diferente", dijo.
Toto Wolff, jefe de deportes de motor de Mercedes, intentó mostrarse ecuánime en la definición entre sus dos pilotos después de los numerosos altercados que tuvieron en la temporada.
"Espero una carrera limpia, pero con una gran lucha en la que nadie regale nada", dijo neutral el austríaco. Su único deseo, sin embargo, es que el título no se decida por la regla de la puntuación doble. "El que gane de los dos será un digno campeón".
Matemáticamente, Rosberg tiene ahora algunas opciones más de ser por primera vez campeón del mundo. Si la última carrera otorgara, como es habitual, 25 puntos, Hamilton necesitaría sólo un sexto puesto en Abu Dabi para ser campeón. Pero el británico ahora deberá ser al menos segundo para no depender del alemán.
Un escenario de 1-2, que coronaría a Hamilton, asoma de todas formas como una posibilidad bastante probable en Abu Dabi. Las "flechas de plata" coparon ya en 11 ocasiones los dos primeros puestos, con lo que han superado ya un récord histórico en la Fórmula 1. Juntos consiguieron además 15 victorias, diez Hamilton y cinco Rosberg, y un total de 30 podios.
Rosberg sabe además que será difícil contar con ayuda de las otras escuderías, muy lejos en cuanto a rendimiento. El brasileño Felipe Massa, tercero con Williams en Interlagos, finalizó a lejanos 41,031 segundos de Hamilton en el Autódromo José Carlos Pace.
Así pues, sólo le queda a Rosberg la alternativa de una mala actuación de su mayor "enemigo". "Necesito ayuda de Lewis", resumió el alemán sus perspectivas.