Además de aumentar la planta de funcionarios para enfrentar la implementación de la Reforma Tributaria, el proyecto de ley que fortalece al Servicio de Impuestos Internos (SII) modificará las asignaciones por desempeño. La meta es alinear a los funcionarios del SII con metas de reducción de evasión y elusión que la reforma hizo más ambiciosas.

El proyecto recoge lo acordado entre el gobierno y las asociaciones de funcionarios del SII. Ello implica un incremento gradual de la dotación en 740 funcionarios entre 2014 y 2016, de los cuales 145 serán profesionales y 385 fiscalizadores.

Con el fin de disminuir el peso relativo de las remuneraciones variables de los funcionarios, el texto ingresado al Congreso el 30 de enero reemplaza la bonificación anual ligada a la calidad del servicio prestado a usuarios y contribuyentes por una bonificación que no estará sujeta al cumplimiento de metas y se pagará mensualmente. Asimismo, modifica la asignación por desempeño, reemplazando la parte variable de dicha asignación por una asociada a la gestión tributaria, que se pagará mensualmente.

Si bien hoy la mayoría de los beneficios están efectivamente vinculados al logro de metas de reducción de evasión y elusión, la reforma tributaria hizo más ambiciosos esos objetivos. De hecho, cerca de un 20% de los recursos adicionales que prevé la reforma en régimen (US$ 8.300 millones) se generarían a través de la reducción de la evasión y elusión tributaria. De acuerdo a estimaciones del Servicio, la evasión de IVA alcanza cerca de un 25% mientras que la del impuesto a la renta se empina sobre el 40%.

Eso sí, en el caso de los beneficios asociados a objetivos de desempeño colectivo, esos se vincularán a metas y objetivos de recaudación, fiscalización u otros, que se determinarán en cada área o unidades del SII.

Junto con la reestructuración de las remuneraciones, el proyecto establece el fortalecimiento de la carrera funcionaria en todas las plantas del servicio, la actualización de las condiciones de ingreso a la institución y el mejoramiento de la organización funcional del Servicio.

Para el abogado Cristóbal Riffo, quien dirige la práctica tributaria en Alessandri Abogados, resulta "razonable, sobre todo por el mandato que tiene el servicio, que mi sueldo no dependa de lo que yo haga, sino de todo lo que el Servicio consiga, lo que genera un incentivo parejo (...) Por lo que he leído del proyecto, avanza en ese camino".

El tributarista no ve en el texto disposiciones que pudieran incentivar eventuales arbitrariedades. En cambio, destaca el aumento en la dotación, algo "necesario, sin lugar a dudas".

Riffo recordó que hacia el final de la administración Piñera se creó la Dirección Regional Santiago Norte, sin que se aumentaran las plantas.

En su experiencia, el aumento en el número de fiscalizadores redundaría en mejores procesos de fiscalización y también en mejor atención al contribuyente cuando es objeto de una fiscalización. "A veces un contribuyente no es bien fiscalizado, para bien o para mal, porque los fiscalizadores están sobrepasados, y eso es preocupante", explicó.

Añadió que la reforma tributaria introducirá un grado de complejidad que hace inevitable el aumento en la planta. Los funcionarios, advirtió, “tendrán que capacitarse y habrá un nivel de discusión mayor entre fiscalizador y contribuyente cuando se empiece a aplicar las normas nuevas. Habrá un proceso de transición: no estamos cambiando un sistema por otro de la noche a la mañana, estamos cambiando un sistema por dos en un horizonte de tres años y entre medio habrá sistemas alternativos".