Durante el último fin de semana, mucho se habló de la notable actuación de Tomás González en la Copa del Mundo de Sao Paulo. El mejor gimnasta chileno de todos los tiempos se quedó con el oro en la final de suelo. Sin embargo, su brillante actuación no fue la única, pues en salto de damas, Franchesca Santi sorprendió con una medalla de bronce.
¿Pero quién es esta joven que lució por cuenta propia en la cita de Brasil?
Con 22 años, la porteña parece haber encontrado el espaldarazo necesario para confirmar todos los buenos augurios que había sobre ella. Ya lo decía el año pasado, un entusiasta Jorge Castro, presidente de la Federación de Gimnasia: "Recuperamos a Franchesca Santi; ella es el futuro".
Y la gimnasta no falló.
La rutina que la puso en la elite no es una casualidad; es el fruto de años de trabajo, que fueron interrumpidos por un retiro de un lustro, pero que retomó hace un par de temporadas.
"Franchesca viene trabajando hace mucho tiempo en la Selección. Estuvo retirada, y desde 2013 está trabajando fuertemente, con un objetivo claro, que son estas finales y estas medallas. Ella tiene un muy buen salto. Pero más allá de la calidad técnica que pueda tener, para mí tiene un corazón del porte del pecho. Lleva la bandera chilena ahí", dice Erick Saavedra, gerente técnico de la Federación.
Santi agrega: "Esto es gracias al sacrificio diario con mi entrenador (Cristián Achondo), con su hija y compañera (Bárbara), quienes están conmigo en cada entrenamiento", afirma. Y añade: "Lo tenemos muy merecido. Aparte, me sentí muy bien y disfruté mucho esta copa".
Si bien el equipo femenino no clasificó a Toronto, existe la posibilidad de obtener cupos individuales. "Con mi nota (14.162) en la Copa del Mundo estaría dentro de las finalistas", vaticina.