Tres meses después del accidente del avión Air France sobre el Atlántico, las autoridades francesas a cargo de las investigaciones inciarán una nueva operación de búsqueda de los restos del Airbus y de las cajas negras, según anunció hoy la agencia de investigación de accidentes aéreos francesa (BEA).

"Si encontramos el fuselaje tendremos la oportunidad de hallar las cajas negras", explicó el director de la BEA, Paul Louis Arslanian, durante una rueda de prensa en París.

El A330 de la aerolínea Air France con 228 pasajeros a bordo se estrelló el 1 de junio en el trayecto de Río de Janeiro a París sobre el Atlántico. Durante semanas de operaciones de búsqueda y rescate se hallaron 51 cadáveres y 1.000 fragmentos del fuselaje.

"Tenemos que contar con un año y medio", dijo Arslanian y añadió que en estos momentos la agencia reúne medios técnicos y financieros para poner en marcha la tercera fase de las operaciones de búsqueda en la que podrían emplearse radares ultrasónicos y robots submarinos.

Los restos hallados hasta el momento están siendo analizados en Toulouse, mientras que las autopsias a los cadáveres se están practicando en Brasil. La BEA aún no recibió informes pormenorizados de este país. No obstante, la Justicia francesa ha comunicado "resultados generales" de las autopsias, señaló Arslanian.

En cualquier caso, aún no hay resultados que indiquen cuál fue la causa del siniestro. "Por el momento no somos capaces de explicar el accidente", sostuvo. "Nos falta una explicación para la pérdida de 10 kilómetros de altitud en cuatro minutos de vuelo. Eso es mucho", aseguró.

Antes del accidente aéreo las sondas Pitot fabricadas por Thales para la medición de la velocidad dejaron de funcionar. Airbus recomendó después a las compañías aéreas que sustituyesen esas sondas por una versión de fabricación estadounidense.

Sin embargo, Arslanian dijo que la mayoría de las disfunciones de la sonda Pitot sólo duraron unos segundos y que los pilotos del avión no reaccionaron. En casos similares la avería en las sondas Pitot duraron unos tres minutos y los respectivos aviones cayeron unos 300 metros, aunque recuperaron el control.