Los actos conmemorativos por el 70 aniversario del desembarco de los aliados en Francia comenzaron hoy con diversas ceremonias en memoria de la gesta y de las víctimas, aunque opacados por las tensiones entre los países occidentales con Rusia por la crisis en Ucrania.

El presidente de Francia,

François Hollande,

y el de Estados Unidos,

Barack Obama

, honraron en el cementerio de Coleville-sur-Mer a los 4.400 soldados caídos el mismo Día D en los encarnizados combates con las tropas de la Alemania nazi tras el desembarco en la cercana playa de Omaha.

"¡Les estamos agradecidos por siempre!", dijo Obama a los veteranos de guerra presentes en el homenaje.

Los soldados de entonces allanaron el camino para la democracia y la libertad en todo el mundo, aseguró

. Estados Unidos defendió sus ansias de libertad, igualdad y democracia, "una reivindicación escrita con sangre en estas playas" y que durará toda la eternidad, añadió el presidente.

Obama describió las playas de Normandía como las bases de la democracia.

"De Europa occidental al este, de Sudamérica al sudeste de Asia, se extendieron 70 años de movimientos democráticos",

señaló. "Y nada de eso hubiese ocurrido sin los hombres que estuvieron dispuestos a sacrificar sus vidas", por lo que manifestó sentirse muy "humilde" ante los veteranos.

También recordó que su país no se aprovechó de su victoria en Europa, sino que ayudó a reconstruir el continente. 

Por su parte, Hollande agradeció los sacrificios de los soldados estadounidenses y afirmó que la amistad entre ambas naciones "afirma la fortaleza de los derechos humanos ante el odio y la tiranía".

Francia y Estados Unidos siguen luchando juntas hoy también contra el fundamentalismo, el terrorismo y el racismo en el mundo, añadió Hollande, que habló de un cariño especial de los franceses por su aliado transatlántico, que se combina con el amor de ambos países por la libertad.

Las conmemoraciones se ven marcadas por el conflicto en Ucrania. Por primera vez desde la anexión de Crimea por parte de Rusia, el presidente ruso,

Vladimir Putin

, se vio cara a cara con los líderes occidentales con los que se ha enfrentado por la crisis. Putin tuvo encuentros bilaterales el jueves con el primer ministro británico,

David Cameron, y con Hollande

, y hoy habló con la canciller alemana

Angela Merkel. 

Pese a la tensión, según las agencias rusas Putin charló de manera informal por unos pocos minutos con el presidente electo de Ucrania,

Petro Poroshenko,

invitado también a los actos, en presencia de Merkel. No se informó acerca del contenido de la conversación.

Luego se reunieron para comer los jefes de Estado y de gobierno de unos 20 países, entre ellos Putin y Obama, entre los que no se descarta que pueda haber también un encuentro bilateral, si bien no está agendado.

Hollande recibió a los mandatarios en el castillo Benouville, un símbolo de la resistencia francesa ante los nazis, en un evento en el que está presente también la reina Isabel II de Inglaterra.

La ceremonia más importantefue por la tarde en la playa de Sword, en memoria del desembarco de unos 130.000 soldados aliados. 

Una compañía de actores recreó momentos clave de la guerra, en medio de redobles de tambor e imágenes de archivo proyectadas en la playa.

La mañana comenzó con un acto en el que Hollande inauguró un monumento a las víctimas civiles del desembarco en Caen. Es la primera vez que se erige un recordatorio propio a los cerca de 20.000 franceses que murieron por los bombardeos aéreos de los aliados durante el Día D y las semanas que siguieron.

"Estos bellos paisajes que vemos hoy intactos fueron el escenario de fieros y caóticos combates de la batalla de Normandía"

, dijo Hollande. "Aquí chocaron dos millones de soldados, en medio de un millón de civiles que estuvieron aterrorizados durante semanas".

"Se forjó un vínculo persistente entre los normandos y los soldados, un vínculo que durante 70 años ha unido a este pedazo de tierra en Francia, Normandía, con todos los países del mundo", afirmó el mandatario.

Cameron y el príncipe Carlos de Inglaterra también rindieron homenaje a los soldados británicos caídos en un acto por la mañana en la catedral de Bayeux.