Empresas como Microsoft Corp. y Huawei Technologies Co. de China que recorren Europa buscando costas fiscalmente atractivas están volviéndose hacia un país impensable: Francia.
Es decir, como base para equipos de investigación y desarrollo.
Exenciones fiscales para Investigación y Desarrollo por 5.600 millones de euros (US$7.000 millones) para este año solamente, sumadas a científicos de nivel internacional, están convirtiendo a Francia en un imán para las empresas de tecnología. En tanto el parlamento francés debate este mes cómo reducir el déficit presupuestario, algunos legisladores están exigiendo controlar los créditos para Investigación y Desarrollo, diciendo que algunas empresas abusan de ellos. El presidente François Hollande ha prometido que es una línea presupuestaria que no tocará.
"Las exenciones impositivas para investigación son decisivas –vuelven a Francia económicamente más atractiva", dijo Olivier Piou, que preside Gemalto, un desarrollador de productos de seguridad para tarjetas bancarias, teléfonos móviles y pasaportes con sede en Amsterdam. Las exenciones fiscales compensan una parte significativa del presupuesto de Gemalto para Investigación y Desarrollo, lo cual hace que resulte más imperioso mantener 30% de sus 2.000 investigadores internacionales en Francia, dijo Piou.
El impuesto sobre las sociedades de Irlanda de 12,5%, menos de la mitad del 33,3% de Francia, garantiza que empresas que van de Google Inc. hasta Apple Inc. mantengan sus sedes europeas en el país celta.
Sin embargo, las empresas globales de Investigación y Desarrollo incrementan cada vez más sus equipos en Francia, hecho que está transformando al país en un polo tecnológico europeo que reproduce la dominación del Reino Unido en el sector financiero y la hazaña industrial de Alemania.
Hollande se jactó de la "ventaja" que otorga esta medida a Francia durante una entrevista televisada a todo el país. "Tenemos a menudo nuestras deficiencias, pero en esto tenemos una ventaja", dijo.
Los empleos que se generan y el ecosistema tecnológico que están creando las exenciones impositivas son justo lo que Hollande necesita en tanto se esfuerza por reactivar el crecimiento y revertir un desempleo récord. La medida, introducida en los años 1980, fue ampliada por el ex presidente Nicolas Sarkozy. Es una de las pocas políticas de su predecesor que Hollande mantuvo.
Más de 17.000 compañías, que varían desde biotecnología y energía hasta software y juegos, están beneficiándose este año con las ventajas fiscales y los subsidios para innovación en Francia, con una exención media de unos 323.500 euros. La exención fiscal para Investigación y Desarrollo es la segunda más alta en Francia después del crédito nómina, una disposición para impulsar la competitividad, según el Ministerio del Presupuesto.
Esta medida, pensada para mantener las mentes más brillantes y los empleos de mayor valor en el país, también está llevando a las empresas extranjeras a establecer laboratorios o contratar a genios de los algoritmos franceses.
Microsoft, con sede en Redmond, Washington, maneja una unidad conjunta con el instituto estatal de investigación Inria, donde unos 100 científicos trabajan en investigación fundamental. El laboratorio, creado hace ocho años, se amplió de la seguridad del software a vincular las computadoras con ciencias como la salud, y proteger las crecientes cargas de datos.