Los franceses recibieron el nuevo año con la entrada en vigencia de una nueva ley que ya ha causado debate a nivel mundial.

Se trata del derecho a desconectarse del trabajo, una normativa que insta a trabajadores y empresas a buscar soluciones ante las extensiones de jornada laboral que se producen por el envío de correos electrónicos o llamadas telefónicas después del horario de salida.

En ausencia de acuerdo, el empleador deberá elaborar un código que defina las modalidades en que se ejercerá el derecho a la desconexión digital.

Se trata de un derecho para los trabajadores y una obligación para las grandes empresas, que establece que se debe regular el uso de las tecnologías de la comunicación para garantizar el respeto del tiempo de descanso y de las vacaciones.

Sin embargo, la ley no exige apagar el teléfono, ni prohíbe el envío de e-mails.

De acuerdo a datos publicados en El País, más de un tercio de los trabajadores de este país usa una herramienta de trabajo fuera de su horario laboral y un 12% sufre de agotamiento, conocido como síndrome del burnout, o "del trabajador quemado".