Francia suspendió todas sus operaciones militares en Afganistán tras la muerte de cuatro de sus soldados en ese país a manos de un militar afgano.
Fue el Presidente Nicolas Sarkozy quien reaccionó duramente a los acontecimientos y adoptó la decisión que contempla además, cerrar las tareas de adiestramiento de soldados del país asiático
El mandatario galo también proyectó una retirada anticipada de las tropas francesas si el reclutamiento de militares afganos no se lleva a cabo con garantías. "Si las condiciones de seguridad no quedan claramente restablecidas, nos plantearemos un retorno anticipado del Ejército francés", anunció Sarkozy.
"No puedo aceptar -dijo el jefe de Estado en una ceremonia ante el mundo diplomático- que los soldados afganos disparen sobre soldados franceses", consignó Ansa.
Sarkozy anunció la "inmediata" partida del ministro de Defensa, Gerard Longuet, hacia el país asiático.
Según los primeros reportes, el soldado afgano abrió fuego contra un grupo de militares franceses, matando a cuatro de ellos e hirieron a otros 16 en una base del distrito de Tagab, en la provincia de Kapisa, norte de Kabul.
De esa manera suman 82 los militares franceses caídos en Afganistán desde el inicio del despliegue de la fuerza internacional a fines del 2001.
Actualmente en el país hay 3.600 soldados franceses después que fueran retirados 400 en octubre. Unos 130.000 soldados extranjeros, dos tercios de ellos estadounidenses, están desplegados en el país asiático.
Las fuerzas francesas registraron en el 2011 sus pérdidas más graves desde el inicio del conflicto, con 26 soldados muertos durante las operaciones militares, cinco de ellos en un atentado suicida.
Los militares franceses están comprometidos en la formación del ejército afgano que deberá sustituir a la OTAN después de la partida de la fuerza internacional prevista para antes del 2014.