Los gobiernos de Francia y México mostraron su enojo después de que medios publicaran documentos donde se sostiene que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos realizó actividades de espionaje en esos países. El diario Le Monde afirmó el domingo que la agencia investigó los registros de 70,3 millones de comunicaciones telefónicas en Francia, mientras que la revista alemana Der Spiegel reveló que EE.UU. intervino el correo del ex presidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012). Ambos medios citan documentos entregados por el ex contratista de la NSA Edward Snowden, asilado en Rusia.

"Estoy profundamente escandalizado", declaró ayer el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault. "Es increíble que un país aliado pueda espiar tantas comunicaciones privadas sin ninguna justificación estratégica", dijo, ante las revelaciones de Le Monde. Por su parte, el canciller de Francia, Laurent Fabius, convocó ayer al embajador de Washington en París para pedirle explicaciones.

La información se publicó el mismo día que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegó a París para conversar sobre el proceso de paz entre palestinos e israelíes. En la reunión de hoy entre Fabius y Kerry se abordará el tema del espionaje.

La Casa Blanca informó en un comunicado que el Presidente Barack Obama se contactó ayer con su par francés, François Hollande: "Hablaron de las recientes revelaciones en la prensa, algunas de las cuales han tergiversado nuestras actividades y otras provocan preguntas legítimas de nuestros aliados sobre cómo se usan esas capacidades". Además, agrega que el mandatario norteamericano "dejó claro que EE.UU. ha comenzado a revisar la forma en que recopila inteligencia", con el objetivo de "equilibrar de forma adecuada las preocupaciones legítimas en materia de seguridad con las de privacidad que todos comparten".

La información de Le Monde sostiene que, aparte de los 70,3 millones de registros que se obtuvieron entre el 10 de diciembre de 2012 y el 7 de enero de 2013, se utilizaban ciertos números y las conversaciones eran grabadas automáticamente. La operación de espionaje recuperaba, además, mensajes de texto basados en palabras claves.

Por su parte, México condenó el espionaje contra Calderón y exigió una explicación inmediata. "El gobierno de México reitera su categórica condena a la violación de la privacidad de las comunicaciones de instituciones y ciudadanos mexicanos", dijo la Cancillería de ese país. "Esta práctica es inaceptable, ilegítima y contraria al derecho mexicano y al derecho internacional", agregó la Cancillería, junto con anunciar que pedirá a Washington una investigación "que deberá ser concluida a la brevedad".

Según la revista Der Spiegel, en mayo de 2010, la NSA "explotó exitosamente una clave de servidor de correo electrónico en la red de la presidencia mexicana (...) para obtener, por primera vez, acceso a la cuenta pública de correo electrónico del (entonces) Presidente Felipe Calderón".

En tanto, medios holandeses aseguraron ayer que la NSA intervino 1,8 millones de números telefónicos en diciembre pasado.