Una lucha internacional alrededor del cineasta Roman Polanski estalló ayer, con Francia y Polonia exhortando a Suiza para que lo libere bajo fianza y presionando por la intervención de las autoridades de Estados Unidos, incluida la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Polanski, de 76 años, cumplió ayer su tercer día detenido desde que la policía suiza lo arrestó bajo una orden internacional de captura, cuando llegó el sábado a Zurich para recibir un premio por su trayectoria durante un festival de cine.
Las partes implicadas en el caso enfrentarán un proceso legal complejo, en el que Estados Unidos solicitó la detención de Polanski con fines de extradición por tener relaciones sexuales con una niña de 13 años en 1977 y luego huir a Francia un año después.
El abogado francés Herve Temime informó ayer en representación de Polanski que el director impugnará la solicitud de extradición en el caso, ocurrido hace 32 años.
Polanski "rechazó la petición de extradición", afirmó Temime. Dijo que un abogado suizo contratado por el cineasta presentará una moción para que su cliente sea dejado en libertad.
Temime afirmó en una declaración por correo electrónico que la solicitud de extradición de Estados Unidos es "ilegal".
En Los Angeles, dos fiscales estadounidenses rechazaron los alegatos judiciales presentados por abogados de Polanski en los que sugirieron que habían incurrido en irregularidades por no haber intentado detener antes a su cliente.
Los abogados de Polanski afirmaron que la "Fiscalía de Distrito en los 30 años desde que el señor Polanski dejó la jurisdicción, no han buscado ni una vez extraditarlo". También dijeron que, de haberlo hecho, "habría habido una audiencia respecto a una mala conducta en este caso".
Los fiscales Thomas Hession y Richard Doyle respondieron en un comunicado a los señalamientos de los abogados.
Hession dijo que Polanski fue detenido ahora porque las autoridades tuvieron de antemano el conocimiento y la oportunidad de hacerlo. Negó que las autoridades judiciales hayan soslayado oportunidades similares en años anteriores.
Doyle, uno de los tres fiscales de Los Angeles que han levado al caso, afirmó que Polanski sabía como evadir la captura. "Sabe adónde puede ir. Sabe adónde no puede ir", indicó en documento presentado en febrero de 2005.
El Ministerio de Justicia de Suiza dejó abierta el lunes la posibilidad de que Polanski, director de obras clásicas como "Chinatown" y "Rosemary's Baby", pudiera ser liberado con fianza bajo condiciones rigurosas para evitar que huya del país.
El vocero del ministerio Guido Balmer dijo que esa situación estaba "no del todo excluida" en la ley suiza y que Polanski podría solicitar la fianza.
En París, el canciller francés Bernard Kouchner expresó la esperanza de que Polanski sea liberado pronto por Suiza y calificó su detención como "algo siniestro".
Polanski, quien tiene la doble ciudadanía francesa-polaca, contrató al abogado suizo Lorenz Erni para que lo represente en Suiza, de acuerdo con el bufete Eschmann & Erni.
El director de cine está en una celda de Zurich con tres alimentos y una hora de ejercicio exterior al día.
Rebecca de Silva, portavoz del sistema carcelario de Zurich, declinó especificar el lugar donde está Polanski por razones de seguridad, pero dijo que la celdas por lo regular son ocupadas por una o dos personas y tienen una mesa, un compartimento, lavabo, excusado y televisor.
Parientes y amigos puede ver a Polanski una hora a la semana, aparte de las visitas de abogados y diplomáticos consulares, indicó De Silva.
Varios cineastas y actores de Europa criticaron el domingo al arresto de Polanski.
"Parece inadmisible ... que una velada cultural internacional, en homenaje a uno de los más grandes cineastas contemporáneos, sea utilizada por la policía para aprehenderlo", reza un volante que circula en Francia con la firma de artistas como Costa Gavras, Stefen Frears y Mónica Bellucci.