Francisca Valenzuela (25) lo asume sin complicaciones: a la hora de mirar sus dos álbumes, los prefiere en vivo antes que bajo el sonido logrado en estudio. "Me gustan mucho más en los shows. Pero a mucha gente le ha pasado eso: no les gustaron tanto los discos, fueron a verme a un recital y ahí recién se decidieron a comprarlos", apuesta la cantautora, como una suerte de explicación ante su meta más reciente: sus únicos trabajos a la fecha, Muérdete la lengua (2007) y Buen soldado (2011) consiguieron disco de platino (10 mil copias) y de oro (cinco mil), respectivamente, materializando en números su creciente arrastre popular.
Bajo tal logro -que sólo mide ventas físicas y que se entregará esta noche en su show en el GAM- , las producciones se hacen un espacio entre los álbumes chilenos más vendidos de los últimos cinco años, al lado de éxitos como Música libre (2010), de Los Bunkers, con 14 mil unidades; Cumbia chilombiana (2007), y Vivito y coleando (2010), de Chico Trujillo, ambos con siete mil, y S/T (2010), de Manuel García, Antología (2010), de Mazapán, y Afrorumba chilenera (2007), de Juana Fe, todos con cerca de seis mil. Mirando más de cerca las cifras, las ventas de la artista sólo son superadas por fenómenos como Américo o Los Vásquez, cuyo debut, Contigo pop y cebolla (2010), asestó 50 mil.
"Nunca esperé que a un disco tangible le fuera bien, porque no es algo que me obsesione, sobre todo para una persona crecida con internet. Pero claramente es un indicador, así como también lo son las visitas en YouTube. También guarda relación con el renacer de la música chilena y que exista más gente interesada en nosotros", teoriza la voz de Dulce. Un interés consolidado en su participación en el Festival de Viña, donde ya hay coordenadas claras: con aparición para el miércoles 27 de febrero -noche que compartirá con 31 Minutos y Jorge González-, su show, como parte del jurado, está estimado para poco más de media hora y un promedio de siete canciones. Ahí mostrará videos especiales, cantará junto un grupo de bronces e intentará ampliar su nombre, en un salto similar al disfrutado por Manuel García en el último verano. Valenzuela agrega: "Es una plataforma tremenda y la siento como el inicio de una nueva etapa, de quizás abrir otro camino".
Y esa nueva ruta -y en un ejercicio que también la asemeja a García- empezará justo después del evento, en marzo, cuando termine de componer y dar forma a su nuevo álbum. Con salida estimada para el segundo semestre, la cantante adelanta que se enfocará en un cancionero con nuevas sonoridades, mirando de cerca los recursos que, por ejemplo, ofrece el teclado, además de incluir composiciones en inglés. Parte del trabajo se desarrollará en EE.UU., lo que la empujará a pasar la mitad de 2013 fuera del país. "Voy a estar más tiempo en el extranjero, porque se viene una búsqueda interesante de productores y colaboradores", remata.