Las maletas están abiertas. Francisca Valenzuela hace un alto en su casa en Santiago -en una visita a Chile que se extendió apenas unas tres semanas- antes de partir hacia Yumbel a un compromiso en el escenario. Después, a Brasil los pasajes: la chilena tocará hoy en la versión paulista del festival Lollapalooza. Ya hizo lo propio en la edición chilena, el fin de semana pasado. Y completará el hat-trick en agosto, cuando pase al frente en el Grant Park de Chicago, donde cumplirá con la responsabilidad de ser la única chilena en la casa matriz del festival.

Pero entremedio, un trabajo más quitado de luces. Desde noviembre la cantante ha estado componiendo su tercer álbum, el sucesor de Buen soldado (2011). El martes, de hecho, se trasladó fuera de Santiago, a Estudios del Sur, donde comandó una sesión con el productor Gonzalo "Chalo" González.

"Fue un proyecto especial para una sola canción del próximo disco, que tenía la fijación de hacerla con este equipo. En el fondo, se va a entender cuando se escuche dentro del álbum, porque tiene que ver con una raíz chilena, estética y musical, más profunda que no tiene ningún sentido intentar hacer en algún otro lugar", explica. Eso, porque el resto de los temas terminarán de registrarse en Los Angeles. La aparición de esa canción y del álbum está programada para el segundo semestre de 2014.

Durante Lollapalooza Chile había dos canciones para estrenar. ¿Son representativas de lo que viene?
El espíritu que transmiten en vivo esas canciones es súper similar a como va a quedar el disco. Se llaman Siempre eres tú y Prendamos fuego al cielo. Las elegí porque me gustan mucho y son representativas de una etapa nueva.

¿Por qué? ¿Por esa sonoridad más electrónica, más disco?
Claro. En general he sido ecléctica en mis gustos y canción por canción propongo lo que me parece pertinente. Se escucharon bronces en Lollapalooza, porque me gustan mucho y seguro van a haber varios temas nuevos que también los tengan. También he estado componiendo con software y programación, que es algo nuevo que no había hecho antes.

Ingresan nuevos elementos, ¿por eso es "una nueva etapa"?
Ha sido ponerse en un lugar reflexivo. Yo compongo desde un lugar súper visceral. La premisa básica es la catarsis personal. Pero se comenzaron a convertir en canciones que ya no eran para mí, eran públicas. El acercamiento desde la víscera siempre estará, pero hay también un conocimiento a nivel musical, de producción, de experiencia, de seguir creciendo y desarrollándose.

Entre sus colaboradores, ¿cuál será la importancia de su pareja, Vicente Sanfuentes?
Diría que es cierto tipo de supervisor general de este proceso. Es un segundo cerebro que participa de forma primordial. Viene con un bagaje y conocimiento que enriquece. Lo admiro mucho y es muy rico tener ese equipo. Es un aliado fundamental.

Usted, Gepe o Los Vásquez, han sido destacados como músicos con difusión, aún sin estar respaldados por grandes sellos. ¿Ha seguido la discusión sobre la ley del 20% de música nacional?
Sí, y estoy a favor de la ley. He tenido una relación muy positiva con los medios en Chile. Cuando partí, llevaba mis demos a las radios y tengo un inmenso respeto por esos profesionales. Pero creo que sería una medida complementaria muy significativa. Aún habiéndome criado con redes sociales, conozco el impacto real de la radio en Chile. No hay por qué ponerse en lugares antagónicos: nadie quiere suprimir a Beyoncé, yo también la amo y quiero que sea número uno.