Hace algunas semanas, una iniciativa de consenso para evitar una dura competencia electoral interna llegó hasta el escritorio de la mesa directiva de RN. ¿La idea? Que los dos candidatos hoy declarados para suceder a Carlos Larraín, Cristián Monckeberg y Francisco Chahuán, asumieran por períodos de un año cada uno la presidencia del partido.
La propuesta quedó tempranamente desechada, y lejos de hallar un camino unitario, hoy a la contienda se sumaron figuras del ex gobierno para levantar la lista del senador por Valparaíso.
¿Qué dice respecto de quienes sospechan que su candidatura está digitada por los ex integrantes del gabinete de Piñera?
Primero, sostener que nuestra opción va a cuidar todos los liderazgos al interior de Renovación Nacional. Va a cuidar el liderazgo de los senadores recién electos, como también el del ex Presidente Sebastián Piñera. En la medida en que cuidemos todos los liderazgos generosamente, vamos a posibilitar que RN, que fue clave para construir acuerdos, clave para llegar al gobierno con uno de sus filas y clave en el gobierno de Sebastián Piñera, sea puente de plata para volver a La Moneda en 2017. Porque no me cabe la menor duda de que si volvemos a ser gobierno va a ser con alguien de las filas de RN. Soy un convencido de que RN no puede ser propiedad de ningún caudillo.
¿Por qué no consenso?
Hoy vamos a tener una competencia. Creemos que es bueno para el partido la competencia, porque las listas de consenso pueden terminar adormeciendo a RN. Hoy tenemos un partido que se ha revitalizado por esta elección interna, donde las personas que estaban en estado de reflexión hoy han resuelto quedarse, porque han podido distinguir entre la institucionalidad del partido y los liderazgos que están de entrada y salida. Estoy convencido de que esto va a permitir que RN vuelva a revitalizarse.
Esos liderazgos que usted ha llamado caudillismos están con su contendor.
Respecto de Andrés Allamand y Manuel José Ossandón, ellos están en su pleno derecho a apoyar otra opción. Pero quiero decirle que la gran diferencia de mi candidatura es que es una opción para dirigir RN sin tutelaje de ninguna especie.
Al igual que los ex ministros de Piñera, ¿cree usted que las críticas de estos senadores hacia el ex mandatario provocaron la salida de militantes?
Lo más importante hoy día es pasar de la crítica sistémica a las propuestas. Y, por supuesto, hay que construir el proyecto colectivo con liderazgos generosos. Se requiere mucha más generosidad de la que había hasta ahora.
¿Cree que el ex Presidente Sebastián Piñera pueda convertirse en opción para el 2017?
Creo que es una opción. Queda mucho tiempo, cuatro años. Nuestra principal preocupación hoy es que tenemos que abocarnos a la elección municipal. Adelantar la carrera presidencial es absolutamente equivocado. Pero por supuesto que Sebastián Piñera tiene una opción presidencial, como el resto de los liderazgos que tiene el partido, y habrá, en su momento, que establecer mecanismos amplios que permitan determinar quién es el líder para 2017 en forma seria, responsable y de manera temprana.
¿Esperaría que Carlos Larraín le dé su apoyo?
Quiero señalar que yo por supuesto que soy vicepresidente de la actual mesa directiva, he acompañado a Carlos Larraín en ocho años como tal y creo que la actual gestión cumplió un hito clave en llevar a un hombre de nuestras filas a La Moneda. Por supuesto que espero apoyo de Carlos Larraín y que al momento de votar en las urnas opte por esta candidatura que, sin lugar a dudas, vaya a recoger lo mejor de lo obrado en estos ocho años, pero que también va a iniciar un nuevo ciclo que implica poner el partido a tono con los tiempos. Eso es reformando la declaración de principios y los estatutos de RN para abrir espacio a los militantes y a las regiones.