"El candidato que incomodó a la elite" se titula el libro en el que Franco Parisi ha trabajado en los últimos años. Dice que espera publicarlo en los próximos meses y que su elaboración -allí contará los secretos de su fallida aventura presidencial de 2013- también le sirvió para ajustar cuentas y sacar lecciones que está tomando en cuenta en estos momentos, cuando evalúa volver a intentar una postulación a La Moneda.

¿Ya se instaló completamente en Chile?

No, todavía no. Estoy en ese proceso, arrendando un departamento e instalándome. Lo más probable es que esté de regreso definitivamente en Chile a mediados de marzo.

Cuando terminó la campaña en 2013 se fue a Estados Unidos.

¿Tenía alguna fecha de regreso?

No, no tenía fecha de regreso

¿Qué pasó que decidió volver?

Primero, por aspectos familiares. Mi papá tuvo una enfermedad más o menos complicada y hay que aprovechar los tiempos con la familia, y también están mis mellizos, lo que me hizo pensar en volver a Chile.

Su estadía en Estados Unidos fue controvertida. Enfrentó una investigación por acoso sexual, por ejemplo. ¿Eso lo hizo acelerar su retorno?

Eso fue un reclamo que hubo, pero la universidad nunca me llamó a mí, así que fue un reclamo unilateral. Pero eso fue en el 2015, y el 2016 estuve dando clases muy tranquilamente. De hecho, renuncié en septiembre a la Universidad de Alabama por otros proyectos que me interesaban más y que me acercaban un poquito más a Chile, pero siempre va a ser controversial haber sido candidato, somos atractivos para la prensa.

¿Incluso en Estados Unidos?

Sí, claro. Hay que entender que lamentablemente mi rol como ciudadano cambió y eso llama la atención.

Acá se ha vinculado al mundo evangélico, trabaja para un canal de televisión de propiedad de ese grupo. ¿Cómo se generó ese vínculo?

Me llamaron. Son gente muy linda que también se acercaron a mi familia con la enfermedad de mi padre y entablamos lazos afectivos y espirituales. Yo lo he acogido con humildad y creo que ha sido bueno para mí y mi familia. No soy evangélico, pero creo en Dios y tengo un pastor amigo con el que conversamos bastante, es bien interesante, con lo racional que soy yo y lo espiritual que es él.

¿Tiene eso algo que ver con la posibilidad de regresar a la política? El voto evangélico es bien apetecido.

Estamos caminando juntos, ¿qué significa eso?, intercambiando posiciones y opiniones. El poder de la izquierda y de la derecha en Chile es significativo y por supuesto ha tratado de penetrar en distintas iglesias, incluyendo la Iglesia evangélica. Por lo tanto, el camino es muy largo y muy difícil, no es tan fácil. ¿Qué es lo interesante? Sé que hay un movimiento, hay tres partidos políticos evangélicos que se están constituyendo, de los cuales con uno soy relativamente cercano, pero aún no diré su nombre.

¿Y de qué conversan?

Hemos conversado muchas veces sobre qué tipo de país queremos, cómo lo visualizamos y cómo sería la participación de nuevas personas y figuras en un futuro gobierno. Quieren que Chile sea mejor para todos, se dieron cuenta que han sido utilizados por los partidos políticos y hemos conversado esas cosas. No he conversado con todo el mundo evangélico, pero con una parte relevante sí y tenemos varios lugares de acercamiento.

Dijo en su oportunidad que la candidatura de 2013 le dejó un gusto amargo, deudas y también enfrentó varias polémicas que terminaron incidiendo en su desempeño electoral…

La pasé muy mal, muy mal. Pero me di cuenta, con la lejanía, que tenían que matarme como imagen. Llegué a la final de un gran slam sin tener auspiciador y ese torneo no lo puede ganar un desconocido. No tuve que pelear solamente con Bachelet, con Matthei, ni con MEO, tuve que pelear con las grandes riquezas en Chile, porque la política estaba subyugada, y creo que gran parte sigue subyugada al poder económico.

¿Y por qué piensa en volver? ¿Cree que ese escenario ha cambiado?

Porque ahora, por lo menos, la gente entendió eso; cuando yo lo dije no me creyeron. Pero ahora ¿sabes lo que dicen? Tiene razón.

¿Cuál es su mea culpa respecto de su campaña presidencial?

Fui muy inocente, no sabía la importancia de lo que estábamos haciendo. Nosotros llegamos a tener el 10% ¿Cuántos políticos matarían por tener el porcentaje que teníamos nosotros? Fue significativo y lo hicimos con el poder de la gente, con voluntarios. Nos equivocamos y cometimos errores, por supuesto que sí, estábamos solos, estábamos solos contra los poderes fácticos y no fácticos en Chile.

Las polémicas asociadas a su campaña son errores propios...

El tema de los colegios, primero aclaremos eso, las supuestas deudas que estaban impagas se pagaron todas. ¿Y quién las pagó? El dueño del colegio, el Club de la República. Ese asunto, lo dijimos bien claro, lo tiene que decidir la justicia, todavía estamos en apelaciones porque es un proceso largo. El responsable de los colegios -lo dije- era mi hermano. ¿Qué pequé yo ahí? Lo debí haber fiscalizado más y haberlo presionado más, ¿de acuerdo? En las firmas el notario no hizo su pega; lamentablemente, yo no conocí al notario, nunca me junté con él…

¿Y el tema de la rendición?

Todos lo hicieron, todos teníamos que corregir la rendición, algunos gastos los informamos y otros los rendimos, tuvimos que retirar los que informamos, sencillo, y aprendí la lección.

¿Cuál es?

Que todos tienen que contratar a una empresa que haga todos los gastos, al estilo Bachelet, listo.

El partido Democracia Regional Patagónica le solicitó formalmente lanzar una candidatura presidencial, ¿es algo que está sobre la mesa?

Está sobre la mesa, sí, y lo estamos pensando todos los días , y cada día me gusta más la idea.

¿De qué depende?

De tener una planilla para el Congreso. Siempre me decían, ¿y con quién va a gobernar? Bueno, vamos a tener una planilla parlamentaria. Ojalá que tengamos al partido Democracia Regional Patagónica, que tengamos a los partidos evangélicos, al PAC, al partido anticorrupción y tengamos el poder de la gente también detrás nuestro para tener una plantilla poderosa que sea una tercera vía democrática para terminar con este bipartidismo que le ha hecho bien a Chile, pero que este último tiempo le ha hecho mucho mal. Por lo tanto, necesito una planilla parlamentaria, necesito que se cumplan ciertas cosas como -por ejemplo- tenemos que aumentar el número de firmas para que podamos ser candidatos a la presidencia sin ningún problema. Vamos a empezar a trabajar eso a partir de marzo, una vez que me instale.

¿Cuándo va a tomar una decisión?

Hemos estado conversando, mi señora no está muy de acuerdo porque los ataques van a ser feroces. Los ataques van a venir por todos lados, pero tengo la fortaleza y las ganas de hacerlo. La decisión va a ser dentro de la primera quincena de marzo.

¿La única posibilidad que evalúa es respecto del tema presidencial o podría estar sobre la mesa una candidatura parlamentaria?

Hay que tener realismo político. Ya peleé contra los grandes y ahora están mucho más agresivos, así que hay que ser abierto.

¿Qué diferencia ve en el escenario de ahora respecto del 2013?

Abrimos los ojos a la gente, y la gente entendió el mensaje, no todos, pero la gente lo entendió. Segundo, la penetración de las redes sociales. Estos fenómenos de penetración en el consciente y subconsciente de las personas lo podemos hacer sin tener que ir a golpear las puertas a los medios tradicionales.

En este periodo surgió una figura nueva como Alejandro Guillier, que logra entusiasmar con esa imagen de estar fuera de la elite...

A Alejandro Guillier no lo han atacado, lo han tratado con un guante blanco que estoy impresionado. A esta altura, a mí ya me habían hecho una radiografía de todo, de toda mi familia. A Guillier lo conozco, pero él es parte del sistema y eso va a ser penalizado. También hemos visto que se ha cambiado de caballo varias veces. En el caso de Piñera no entiendo por qué no se decide a ser candidato, tiene la plata; en la UDI no van a levantar a nadie y en RN tampoco. Don Ricardo Lagos, a quien respeto, le pesó cambiar mucho su actitud. Yo no voy a atacar ni a Piñera ni a Guillier, a mí me interesa hacer propuestas, tenemos que reactivar la economía, la construcción está cayendo y el gobierno no está haciendo nada. Entonces, la inoperancia política ya está llegando al bolsillo de las personas, y la inoperancia y corrupción política están llegando al corazón y el cerebro de las personas, por eso está tan líquido esto, y no estoy seguro que se perdone tan fácilmente o que se ocupe la típica política del olvido, que ha sido tan rentable para algunos políticos.

¿Cómo va a financiar su campaña?

Voy a trabajar con puros voluntarios y lo de las redes sociales, nada más.

¿Pero eso es suficiente para levantar una campaña ?

¿Cómo que no?

¿Cree que sí?

Sí.

¿Y cómo se hace cargo de la imagen controvertida que tiene?

Ahora me cuido mucho, nunca más ando solo, trato de no manejar… me da pena porque la gente me escribe por Facebook y me dice: me gustaría reunirme contigo, este es mi teléfono, por favor llámame y yo les escribo: sabes que no puedo, no puedo. Trato de no asumir ningún tipo de riesgo, ningún tipo de riesgo. Antes era mucho más arriesgado, conversaba con cualquier persona, ahora soy mucho más cuidadoso con las fotos, mantengo mucha más distancia.

¿Cree que tiene más oportunidad en esta ocasión, más potencialidades?

Hay más posibilidades, sí. Me he rodeado de gente con más madurez política, con más entendimiento político, los he escuchado más. Yo creo que me hizo bien perder. Me permitió madurar. Tuve una vida afortunada, lo que tocaba lo transformaba en, no en oro, pero si lo transformaba para mejor y aquí me golpearon, me tiraron al piso y me pisotearon. Lo hicieron muy bien, los felicito. Pero se equivocaron en algo: no me mataron, lo digo simbólicamente.

¿Cuándo empezó a considerar la posibilidad de reintentar una candidatura?

Cuando estalló el caso Caval. Dije "gané", porque te acuerdas que yo decía vote Parisi 1; vote 6 para el candidato de Luksic; vote por el 7, el candidato de Angelini, porque yo sabía cómo se financiaban o me habían dicho cómo se financiaban y cuando salió esto fue como "oh, esto ya no es casualidad". Estaba en Estado Unidos, lo vi y dije 'chuta, quizás se puede abrir', después vino lo de ME-O. En política un mes puede ser mucho tiempo o un día puede ser muy poco tiempo. Las cosas cambian rápidamente. A mí me pueden salir a matar con otra cosa, puede ser mentira, puede ser verdad, lo más probable es que sea mentira, pero lo pueden hacer. Pero sí, hoy hay más posibilidades.