"Le llaman 'el economista del pueblo' y no le apoya ningún partido, pero las encuestas le dan un 10 por ciento. Se llama Franco Parisi y es el candidato presidencial chileno que promete 'hacer una "minirevolución gobernando para las personas, no para los grupos de poder''.

Así describe la agencia EFE al candidato presidencial Franco Parisi (IND), en el marco de una entrevista realizada al economista, a quien definen como el "candidato sorpresa" de la política chilena.

Por su parte, consultado por ese tema, Parisi afirma que "el sistema de partidos está agotado. La gente se aburrió. En Chile, la estructura política es de cinco o seis familias, igual que la estructura económica. Eso es lo que hay que cambiar". 

Según enuncia Parisi, aun cuando el escenario presidencial no está definido - contra quiénes competirá, sí tiene en cuenta que "el padrón ha cambiado. Se incorporan 5,3 millones de electores (de un total de 13 millones) y no se sabe cómo van a votar. Estos jóvenes pueden cambiar la forma de pensar de sus padres y sus abuelos".

En la entrevista cuentan que Parisi "se queja de que los medios de comunicación tradicionales 'no le quieren', pero está convencido de que Internet, Facebook y Twitter puede compensar la falta de respaldo mediático, financiero y partidista a su candidatura.

Algunos analistas como Andrés Benitez, rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, consideran escasas las posibilidades de Franco Parisi o Marco Enríquez Onminami, a quienes califica como "candidatos de una sola bala".

"Es que no sólo ha cambiado el universo electoral y los medios de difusión. La gente también está cansada de los partidos", explicó Parisi.

La agencia EFE afirma que "Parisi criticó duramente a los responsables del fraude multimillonario en las tiendas La Polar que afectó a decenas de miles de consumidores y acudió a la inhóspita región de Aysén, en el sur del Chile, a apoyar las protestas de pescadores y agricultores".

"Si mi candidatura sigue creciendo, el monopolio de estos señores feudales de la política va a ser perforado con nuevos postulantes independientes", asevera el economista.

"Si uno quiere ser crítico en este momento, pone la ficha sobre Parisi", asegura el sociólogo y empresario Eugenio Tironi, vinculado a la Concertación, la coalición de centro-izquierda que gobernó al país entre 1990 y 2010 tras la dictadura de Augusto Pinochet,  en sus primeros tiempos.

El propio Parisi no oculta que votó por el socialista Ricardo Lagos, presidente entre 2000 y 2006, y en la última elección apoyó a Sebastián Piñera.

"Hay que tomar lo mejor de donde vega. La división entre izquierda, derecha y centro es completamente anacrónica".

Parisi promete "gobernar para las personas, y no para los grupos de poder". Eso implica una gran reforma tributaria, dice, "porque aquí, cuanto más altos ingresos tienes, menos pagas".

"Los chilenos trabajamos duro, pero sentimos que no nos cuidan: mala sanidad, mala educación, servicios públicos y tasas de interés caras", y por eso se necesita "un mejor Estado".

"¿Populista yo? Si bajar las tasas de interés y hacer que los ricos paguen impuestos es populista, sí, lo soy", se defiende.

Él asegura que la gente común y corriente le va a ayudar a financiar su campaña y por eso lanzó su precandidatura en un acto al que asistió medio millar de personas que pagó entrada.

"Eso es algo nunca antes visto", se ufana este candidato independiente, quien ha instalado su cuartel electoral en una modesta casa que perteneció a sus padres, y su despacho, en la habitación que compartía con su hermano Antonino, también economista.

Convencido de que "el panorama económico para Chile en los próximos años va a ser extraordinario" gracias a la inversión extranjera", Parisi encara con audacia las complicadas relaciones de Chile con sus vecinos.

"Bolivia tiene más problemas con Chile que nosotros con ellos. Eso hay que decirlo fuerte y claro". Pero a renglón seguido califica de "tontería" las fronteras en un país donde "hay más pasos ilegales que legales".

Parisi asegura que quiere derrotar a sus contendientes "sin odio ni revancha y sin faltarles el respeto", y que si no pasa a la segunda vuelta, no pasará nada.

"Me iré tranquilamente de vacaciones", aseguró.