"Me sentía en deuda con la Teletón y con Chile", es lo primero que dice Franco de Vita, sentado en uno de los salones del Hotel Sheraton, sobre su participación en el cierre de la cruzada solidaria este sábado en el Estadio Nacional. Y sigue: "Don Francisco estaba que me mataba", cuenta entre risas el cantante venezolano.

Pero su viaje a Chile tiene que ver con la promoción de su undécimo álbum de estudio llamado Libre, el que lanzó en octubre pasado. La primero que llama la atención de la placa grabada en España y México es la diversidad sonora; hay canciones como Pídeme, que es una clásica balada con el sello de Vita, pero en el single Libre, los sonidos se acercan más al funk y al rock; incluso se puede escuchar una bachata con el tema Dónde está la vida.

"En lo musical fui bastante despojado. Los discos son como el estado de ánimo de uno, van pasando por diferentes estados. La canción Libre es un grito de rabia, hay otras de amor, hay canciones divertidas, hay de todo", detalla el hombre tras No basta.

Y es con ese segundo sencillo que De Vita también innova en sus letras acostumbradas al amor y desamor; en Libre se puede oír una marcada crítica política frente a la situación que vive su país. "Esta canción esta dedicada a mi país. Me cuesta mucho hablar de mi país, pero lo tengo que hacer, tengo que decirlo. Es mi obligación que el mundo se entere y esta es la excusa de esta canción. Venezuela está en un momento drástico, tenemos que atajarlos todos porque puede ser un desastre humanitario", reflexiona de Vita.

El álbum contiene 14 canciones, nueve originales y cinco versiones alternativas de las mismas. Las razones las explica el cantautor de 62 años: "Son cosas que pasan en el momento: tengo una versión pop con Desde el principio, pero grabé una guitarra que me tiró al flamenco y ahí le metí un cajón y ahí invité a Rosario a cantar y salió otra versión. Cuando haces una canción te la imaginas de tantas maneras, por qué ponerle un vestido si le pueden quedar varios", suelta De Vita.

Este disco es el primero tras ocho años sin material completamente original. En 2011 lanzó En primera fila y en 2013 la continuación de aquella placa Vuelve en primera fila, ambos discos en vivo. Con el primero ganó dos Grammys Latino por mejor video versión larga, y como mejor álbum pop masculino. También hubo espacio para un recopilatorio en 2010 con Mis favoritas.

"Cada Primera fila me costó dos años, luego estás en gira todo el tiempo. También tienes que componer un disco que realmente te guste y que las canciones sean buenas para que te animen a salir a la calle para decirle a la gente que tienes un disco nuevo, sino con qué cara lo hago", finaliza de Vita.