Freemasons Arms, el bar donde se fundó el fútbol hace 150 años

La taberna masónica ubicada en el centro de Londres fue el lugar donde se establecieron las primeras reglas del balompié.




A pocos metros de la estación de Metro Covent Garden, en pleno centro londinense, se encuentra Freemasons Arms. Podría ser una taberna como las cientos que hay por toda la capital inglesa, salvo por un detalle muy particular. Allí, el 26 de octubre de 1863, tuvo lugar la reunión de los 11 clubes y colegios más elitistas de la ciudad, y en la que se terminó constituyendo la Federación Inglesa de Fútbol.

Aunque originalmente esta taberna -vinculada al mundo de la masonería londinense, específicamente a la Gran Logia Unida de Inglaterra, por entonces la organización masónica más importante del mundo-, se hallaba desde 1775 en Great Queen Street, precisamente donde se llevó acabó el encuentro fundacional, hoy la Freemasons Arm, que sustituyó a la Freemasons Tavern, se ubica en Long Acre 81-82, a pocos metros del anterior edificio, que fue consumido por un incendio en la década del 30.

En aquella reunión se redactó el primer reglamento del fútbol, que establecía, entre una de las 13 primeras reglas de esta actividad, que la pelota se jugaría exclusivamente con el pie, lo que provocó la furia de los partidarios de que se jugara también con las manos, variante que posteriormente derivaría en el rugby, en honor a la ciudad donde aparentemente comenzó a jugarse.

El reglamento fundacional del hoy deporte más popular del mundo sería aprobado en la sexta y última de las reuniones que se produjeron en los siguientes 44 días, acontecida el 8 de diciembre. Publicado por John Lillywhite, el primer partido jugado de acuerdo con sus normas tendrá lugar tan pronto como el día 19 de diciembre del mismo año 1863. Lo disputan los equipos del Barnes y del Richmond, y tiene lugar en el Limes Field del Barnes. Su resultado fue un insulso 0-0.

Curiosamente, pese a ser reconocido como el lugar donde se fundó el fútbol, Freemasons Arms poco y nada resalta tamaño hecho histórico. Apenas un pequeño cuadro, donde luce un antiguo zapato de fútbol, que no trae especificada la data de uso, y algunos artículos de principios del siglo XX. De la reunión de los 11 delegados de 1863, ningún asomo de recuerdo u homenaje. En su fachada no existe ni una placa recordatoria de la Federación Inglesa. Tampoco hay una en el lugar de la taberna original, a pocos metros de ahí, donde hoy se encuentra el Freemasons Hall.

"Cuando se cumplieron los 150 años, se debió al menos hacer una mención por parte de los dirigentes al lugar donde comenzó todo. Si fueron capaces de mandar a hacer una bandera especial por los 150 años, al menos se pudo hacer algo simbólico con el lugar donde se crearon las primeras reglas", cuenta Simon Carr, periodista del Daily Mirror.

Fútbol y cerveza

Pese a que los hinchas se sienten decepcionados por la escasa, por no decir nula mención al hecho

de la fundación del fútbol, cientos de londinenses prefieren este lugar para sentarse a ver y disfrutar los diversos partidos que se muestran a través de las cuatro pantallas que adornan el lugar.

"La gente viene acá simplemente porque sabe de una u otra manera que se inventó el fútbol. Bueno, también porque se sirve buena cerveza y la comida es bastante buena. Pero el gran gancho es el tema de la famosa reunión de hace 150 años. De hecho, como hace poco se produjo ese aniversario, muchísimas personas venían a tomarse fotos al lugar, como para tener un simple recuerdo", cuenta Richard Perry, uno de los meseros del lugar, fanático de Arsenal.

Precisamente, el partido entre Inglaterra y Chile del viernes, se enmarcó en los homenajes por los 150 años de la Federación Inglesa. El próximo, y que está previsto por los británicos como el gran festejo, tendrá lugar con Alemania, también en Wembley.

Cervezas de todos los colores y procedencias, además de deliciosas picadas, como alitas de pollo picantes o nachos con todo tipo de salsas, suelen acompañar a los fanáticos, quienes desde muy temprano se instalan en el lugar para pasar un buen momento.

"A diferencia de la mayoría de los locales de Long Acre y los demás del sector de Covent Garden, que abren muy temprano, Freemasons no abre jamás antes del mediodía. Eso sí, como acá en Londres se oscurece muy temprano, sobre todo en invierno,  a eso de las tres y media de la tarde ya ves a mucha gente bebiendo cervezas como si fuera la hora de cena", cuenta Stephanie Lidwell, una de las barwomen del lugar, que como todos los ingleses presentes en el lugar el viernes en la noche, sufrió con los dos goles de Alexis Sánchez.

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