En una oficina privada del tercer piso del Hotel Plaza San Francisco, Eduardo Frei recibió, pasadas las 20 horas, el segundo cómputo presidencial. Las cifras eran adversas. El 44,2% del abanderado RN Sebastián Piñera y los casi 14 puntos por los que superaba al candidato de gobierno eran por lejos la peor de las proyecciones que manejaba el comando oficialista en horas de la mañana.

Sus asesores Ricardo Solari, Enrique Correa, Gutenberg MartínezErnesto Ottone y Jorge Pizarro, reunidos a puertas cerradas en una oficina del segundo piso con vista a La Alameda, idearon el libreto a seguir, que es el que mantendrá Frei en la segunda etapa de la campaña.

En vez de aludir al 30,3% que obtuvo Frei -el más bajo de un candidato de la Concertación-, la cifra que destacará el comando es el 55% que no votó por Piñera. Por ello, aunque en los rostros del comando había preocupación y seriedad, y a algunos como al diputado Jorge Insunza se les vio descolocados, Pizarro intentó mostrarse sonriente en sus vocerías ante la prensa en que dijo que "la segunda vuelta la vamos a ganar voto a voto, dialogando con todos. Con el 55% que están por un Chile libre y democrático".

Dicho discurso da por sentado que el electorado de Marco Enríquez se traspasará de inmediato a Frei, tal como se prevé lo harán los votantes de Jorge Arrate. No obstante, todos los análisis previos contemplaban que al menos un tercio de los simpatizantes de Enríquez podría irse con Piñera. Cifra que basta al candidato RN para ganar en enero.

LAS ESTRATEGIAS EN MARCHA
En su discurso de anoche Frei hizo un llamado a la renovación política y dijo que "quiero invitar a los que votaron por Arrate o por Enríquez-Ominami a que voten por mi", aludiendo a que había coincidencias programáticas entre los tres.

En el comando también esperan que sea la propia Presidenta Michelle Bachelet quien haga un llamado claro a la gente de Enríquez a apoyar al abanderado oficialista.

La apuesta del comando para los próximos días será intentar polarizar al máximo la contienda entre Frei y Piñera, para intentar captar así al electorado de Enríquez.

Se confrontará a Piñera por la relación entre política y negocios,  se instalará el tema de los derechos humanos y el discurso de que en un gobierno de Piñera habría más conflictos políticos y sociales.

Un escenario similar al plebiscito del Sí y el No. Ayer, Pizarro en su vocería dijo que el 44% de Piñera sólo se comparará al que obtuvo en 1988 el general (R) Augusto Pinochet. El miembro del comité estratégico Gutenberg Martínez afirmó que "la segunda vuelta será una elección extremadamente polarizada, habrá que salir a destacar más las diferencias de ambos, los dos modelos que representan".

NUEVO COMANDO
Cómo símbolo de renovación  hoy comenzará a operar una nueva sede del comando, a una cuadra de la casona de Bilbao. Allí trabajará el equipo de segunda vuelta que ya durante la semana pasada estrenó una nueva gráfica y ayer se dio a conocer el eslogan: "Todos por Chile, todos por Frei".
El comando arrendó para el martes el court central del Estadio Nacional donde Frei presentará en un acto masivo a los nuevos rostros de su equipo. Se espera, tal como se ha anunciado en días anteriores, que la ministra Carolina Tohá asuma un rol protagónico.

Aunque en el freísmo han negado que se descabece a las cúpulas de los partidos, el miércoles los timoneles oficialistas acordaron dar carta blanca al candidato para que defina su nuevo equipo de campaña y ellos están dispuestos a dar un paso al costado en la orgánica del comando.

Desde ellos han surgido reparos a la posibilidad de que el director de la Secom, Juan Carvajal, se vaya de La Moneda al comando. El asesor de Bachelet, quien ha sido artífice de la participación del gobierno en la campaña, estuvo la semana pasada reunido a solas con el candidato.

También ha comenzado a recobrar su poder el estratega Eugenio Tironi, luego que su adversario, el director de comunicaciones Pablo Halpern, fuera desplazado a un segundo plano.  Mientras Tironi anoche hizo vocerías, Halpern estuvo en el segundo piso del hotel sin participar en las reuniones clave
Según indican en el comando, la apuesta para la nueva etapa es poner fin a los conflictos internos que marcaron toda la primera fase de la campaña y hacer frente común contra el abanderado de la Alianza.

Asesores de Frei ya cuentan con los sectores de bajos recursos -gracias a las políticas sociales de Bachelet-, por lo que esta etapa estará enfocada  en la clase media, para lo cual se debe hacer una campaña más elevada, que apunte a marcar las diferencias de fondo con el adversario.