Empezaron a construir el túnel cuando faltaban cuatro meses para que el No triunfara en el plebiscito de 1988 y lo terminaron un año y medio después, en enero de 1990. Quedaban 40 días para que Pinochet saliera del poder, pero tampoco tenían muchas esperanzas de recibir perdonazos de última hora durante el gobierno del presidente electo Patricio Aylwin.
Por lo mismo, una vez terminada la vía de escape, la única alternativa era utilizarla de la mejor manera posible. Vaya si fue la mejor: en la madrugada del 30 de enero de 1990, 49 presos políticos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y del Partido Comunista se escaparon de la ex Cárcel Pública de General Mackenna, desatando el asombro de medio Chile y la vergüenza de Gendarmería.
Varios de los fugados habían participado en el atentado a Pinochet, en agosto de 1986. Uno de ellos, Jorge Martínez Martínez, alias El Guatón, no logró escapar: fue interceptado en mitad del túnel y en ese momento se abortó todo.
Los mil y un engranajes de esta historia, quizás sólo superada en la crónica carcelaria local por el espectacular escape en helicóptero de frentistas en vísperas del Año Nuevo de 1997, son reconstruidos actualmente en La Serena. Específicamente en la ex Cárcel Pública de la capital de la Cuarta Región, donde el director David Albala (46) encontró la locación ideal de su película Pacto de fuga, que recrea los hechos de enero de 1990.
La filmación partió este miércoles y sus protagonistas son, entre otros, Benjamín Vicuña, Roberto Farías, Víctor Montero y Amparo Noguera. Vicuña y Farías interpretan respectivamente a León Vargas y Rafael Giménez, líderes de la operación.
Periodista de profesión y cineasta por vocación, David Albala realizó en el año 2005 el elogiado documental Perspecplejía, donde registraba su propia experiencia como parapléjico después de un accidente en motocicleta que inutilizó sus extremidades inferiores. Tras dos cortometrajes más (Jaque mate al alma gemela y Soy Chile, soy diverso) y estudios de cine en Estados Unidos, Albala logró concretar sus intenciones de llevar la historia de la fuga de 1990 a la gran pantalla.
Para ello hizo una alianza entre su productora Calibre 71 y StoryBoard Media, la compañía gestionada por Carlos Núñez y Gabriela Sandoval, ambos creadores además de Sanfic.
"La película es la producción más ambiciosa que hemos llevado a cabo", dice Núñez. "Tuvimos un aporte inicial de los fondos concursables de 150 millones de pesos, pero luego logramos el financiamiento de un fondo de inversiones privado. El costo total ascenderá a 3 millones de dólares", dice Núñez, cuya productora StoryBoard Media este año también participó en el documental de Nanni Moretti sobre los asilados por la Embajada Italiana tras el Golpe en Chile.
Crónica de una fuga
"Tenía 18 años cuando leí por primera vez el caso de la fuga en los diarios", comenta David Albala. "Como a todos me llamó la atención el túnel, una obra de ingeniería increíble hecha con apenas un destornillador, pero sobre todo el hecho de que se pudieran esconder 55 toneladas de tierra en la cárcel", agrega el realizador. El dato curioso acá es que el sistema utilizado para ocultar la tierra fue similar al de los protagonistas de El gran escape (1963), clásico con Steve McQueen y Richard Attenborough sobre un grupo de prisioneros que huían de un campo de detención alemán en la Segunda Guerra Mundial. Tanto en la cinta de John Sturges como en el penal de General Mackenna los presos dispusieron de un carrito con la tierra y los escombros acumulados en la excavación. Se desplazaba por el entretecho de una de las galerías, donde se depositaba todo el material.
Para Pacto de fuga, que además de La Serena se filmará en Buin, se construyó un túnel similar al original, que tenía 80 metros de largo por 80 centímetros de diámetro. "Lo replicamos mediante las adecuadas condiciones escenográficas. Tiene distintas capas que nos permiten introducir nuestras cámaras y poder filmar a los actores desde diferentes ángulos. Es la única manera en que podemos sentir qué les pasaba a ellos en el túnel y el entretecho", explica Albala sobre la película en que además hay un correlato fuera de las celdas. En este terreno, el fiscal está a cargo de Mateo Iribarren, el alcaide en manos de Willy Semler y una abogada defensora es interpretada por Amparo Noguera. También participan otros actores como Francisca Gavilán (esposa del personaje de Farías) y Diego Ruiz (otro de los fugados).
Con una agenda de rodaje que se extenderá hasta el 15 de enero y el plan de estrenar en el segundo semestre de 2018, Pacto de fuga es además un caso particular de rodaje: su realizador se mueve en silla de ruedas y en principio cualquiera pensaría que ello es un obstáculo. El tiene otra opinión: "La verdad es que no. Yo no me pongo límites en esto y hago cine porque me apasiona. Quizás otras productoras tienen más recursos, contactos o hasta tipos más inteligentes, pero estoy seguro de que nadie tiene la fuerza de voluntad de nuestro equipo de 200 personas".
Y luego detalla: "Me he hecho construir una plataforma que me permite estar en posición vertical durante el rodaje y eso me ayuda mucho, sobre todo porque así puedo mirar de frente a los actores y darles instrucciones. Para hacer una película hay que tener ideas, creatividad, trabajo duro, etcétera, pero lo principal es la fuerza de voluntad. Es la misma que, por lo demás, les permitió a los frentistas construir un túnel y escapar ese día de enero".