"No quise darle un portazo", le dijo el abanderado presidencial Alejandro Guillier a la encargada del comité político estratégico de la campaña y también senadora PPD Adriana Muñoz, en un informal encuentro en el hemiciclo del Senado, el martes pasado.
En la improvisada reunión estaba también el senador PPD Guido Girardi, su par del PS y ex jefe territorial de la campaña de Ricardo Lagos, Carlos Montes y el senador PPD Jaime Quintana.
Fue este último quien respondió a las palabras de Guillier: "La senadora anda con la nariz chueca", le retrucó al abanderado, haciendo alusión a la lápida que puso el candidato a la propuesta de Muñoz, quien en la víspera se había mostrado a favor de designar "un jefe de campaña", como una manera de darle mayor densidad política a su candidatura.
"No me gusta eso de generalísimo", fue la respuesta pública de Guillier a la que aludía Quintana.
La intervención de la senadora Muñoz sólo había venido a reforzar las tratativas que viene impulsando el PPD para provocar un cambio de rumbo en la campaña y apuntalar el comando del senador independiente.
Un camino que abrió Girardi la semana pasada, al asegurar -en revista Cosas- que "el comando necesita pasar de una etapa amateur a tener un comando más profesional, porque cerramos un ciclo y viene otro".
El mensaje ha sido transmitido por senadores del partido al abanderado, pero ha sido principalmente Girardi, uno de los más influyentes al interior del PPD, quien ha mantenido constantes diálogos informales con Guillier para conseguir estos cambios.
En una de estas conversaciones, Girardi le puso sobre la mesa el nombre del ex ministro socialista Máximo Pacheco, para hacerse cargo de esta figura de generalísimo de la que tanto rehúye el abanderado.
Pacheco fue jefe de campaña del ex Presidente Ricardo Lagos hasta que éste abandonó en abril la carrera a La Moneda, dejando al PPD sin candidato presidencial.
La propuesta no cayó para nada de bien en el entorno del abanderado y fue rechazada de plano, incrementando así el desencuentro de visiones entre el candidato y el PPD a la hora de abordar la estructura de campaña.
En el partido acusan malestar por la "influencia" del experto electoral Juan Enrique Forch y el jefe de gabinete del senador, Enrique Soler y por una estructura horizontal que, dicen, no funciona y más bien, encapsula al candidato.
"Ellos le dicen que tiene que cuidar su imagen de independiente, cuando una campaña tiene que tener maquinaria, una estructura" acusan en el PPD. En el entorno de Guillier aseguran que no quieren ver "tomada" la candidatura por rostros tradicionales asociados a la "vieja política" ni del "establishment" concertacionista que lo apoya.
Con todo, la presión del PPD para instalar a un símbolo del "laguismo" en el corazón del comando no pasó desapercibido en el entorno de Guillier, en especial porque el nombre de Pacheco fue visado por el propio Girardi.
Promotor de la candidatura de Guillier desde un inicio, Girardi se plegó a la decisión del partido de apoyar a Lagos como abanderado dejando atrás un historia de desencuentros con el ex presidente y no sin antes mediar algunos gestos por parte del propio ex mandatario, quien asumió un discurso de corte más progresista, afín al del senador, en el curso de su campaña.
La semana pasada, Girardi señalaba en la misma entrevista que "fue un error que Lagos se bajara" y que "en el actual contexto, Lagos sería más hoy que ayer". El lunes, el senador asistió al Salón de Honor del ex Congreso en Santiago para saludar personalmente al ex mandatario, quien asistió al lanzamiento del libro El derecho a vivir seguro, del senador PPD Felipe Harboe.
Gestos que, dicen en el partido, reflejarían la alianza que se ha ido gestando entre el tradicionalmente distante "laguismo PPD" -liderado por el senador Ricardo Lagos Weber- y el "girardismo", para enfrentar la candidatura de Guillier, al amparo de la inquietud compartida de que la "imagen de Guillier por sí sola" no basta para ganar la elección presidencial de noviembre sin el rearme de una estructura.
Si bien el nombre de Pacheco surgió también en base a la relación que forjó el ex ministro con Guillier cuando el senador lideraba la comisión de Energía del Senado, y se suma a otras cartas propuestas por el PPD como el ex ministro Sergio Bitar, lo cierto es que la presión del partido es vista con atención por otras colectividades de la Nueva Mayoría, en especial en las cúpulas del PS, donde algunos acusan un intento de los "laguistas" por asumir un mayor control de la campaña del senador independiente. Otros señalan que la jugada del PPD de proponer a Pacheco más bien buscaba marcar diferencias con la mesa del PS y aumentar influencia en el entorno del senador. Pacheco aparece, justamente, como un oponente al presidente socialista, Álvaro Elizalde, cuya relación quedó fuertemente fracturada tras la decisión del partido de optar por Guillier en vez de Lagos, lo que derivó finalmente en su retiro de la carrera presidencial.