El intento de la activista saharaui Aminatu Haidar de regresar a su tierra se vio frustrado este viernes después de que Marruecos le negara el permiso de vuelo al avión médico en el que iba a partir desde el aeropuerto español de Lanzarote, en las Islas Canarias, informaron medios locales.
Esta tarde, Haidar había anunciado que abandonaba la huelga de hambre en la que llevaba ya 19 días y fue trasladada en una ambulancia al avión en que iba a viajar. Según informó el jefe de gabinete de Exteriores, Agustín Santos, el avión llegó a encender motores, pero antes de despegar la torre de control de El Aaiún, en el Sahara Occidental, negó el permiso de vuelo.
Aminatu Haidar, de 42 años, llegó a la isla canaria de Lanzarote el 14 de noviembre, después de que gobierno marroquí la expulsara del país cuando intentó regresar a El Aaiún, la capital del Sahara Occidental, tras un viaje a Estados Unidos para recoger un premio que reconocía su lucha pacífica por los derechos de su pueblo. La activista había iniciado la huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote para reclamar su regreso al Sahara Occidental. Tras el frustrado regreso, Haidar se encuentra nuevamente en la terminal del aeropuerto de Lanzarote.
Previamente, la vicepresidenta del Ejecutivo español, María Teresa Fernández de la Vega, reiteró el viernes que el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero está haciendo "todas las gestiones" a su alcance.
"Entendemos la situación de Haidar y estamos realizando todas las gestiones diplomáticas con Marruecos para que pueda recuperar su pasaporte", dijo De la Vega en Madrid tras la reunión del Consejo de Ministros.
El jueves, el presidente del Senado marroquí, Mohamed Cheikh Biadillah, se reunió con la responsable de Relaciones Internacionales de los socialistas españoles, Elena Valenciano.
La diputada española admitió que no ve "ni una rendija abierta" para llegar a un acuerdo con Rabat y advirtió que "con su actitud los marroquíes corren el riesgo de deshacer el trabajo realizado desde 2004", momento en que asumió el gobierno Rodríguez Zapatero.
Por su parte el político marroquí -de procedencia saharaui- aclaró que Rabat se niega a otorgar un pasaporte a la activista -como reclama España- porque Haidar "ha tirado su pasaporte y ha renegado de su nacionalidad".
En declaraciones al diario "El Mundo", Biadillah aseguró el viernes que la saharaui "está siendo manipulada por los servicios secretos de Argelia" y que "forma parte de un plan estratégico-diabólico para obstruir las negociaciones con el Polisario acerca de la autonomía del Sahara Occidental".
Biadillah aseguró que no será necesario que Naciones Unidas intervenga para solucionar este caso, ya que España y Marruecos tienen una relación lo suficientemente "sólida" como para resolver el caso sin la mediación de la organización internacional.
Este viernes un juez de la Audiencia nacional rechazó instruir la denuncia presentada por Haidar contra Marruecos y España, a quienes ha acusado de "expulsión ilegal" y "secuestro y malos tratos", respectivamente.