El Arsenal no quiere que Alexis juegue. Ya se lo dijo a Pizzi. El Bayern tampoco quiere que Vidal juegue. Ya se lo dijo a Pizzi. Los futbolistas quieren estar como sea. Y ya se lo han dicho a Pizzi. Los médicos le dan el visto bueno a la presencia de ambos. Ya lo sabe el entrenador. En la Federación no quieren que el DT sea tan permisivo con los jugadores. Pizzi ya lo sabe. Y su propia conciencia también le habla: le invita a no arriesgar. Fuego cruzado al oído del entrenador. Y el estratega da vueltas. Lo habla con los futbolistas en cuestión y con todos quienes han estado encima de sus recuperaciones.
Pasa que en caso de jugar, cosa que desde el cuerpo médico afirman que sucederá, el DT será el responsable final en caso de que sus dolencias se agraven.
Desde Inglaterra y Alemania se refirieron públicamente al estado del tocopillano y el de San Joaquín. "Apelamos a la federación chilena a tener un comportamiento responsable y sensible. La salud del jugador es lo primero", dijo ayer Karl-Heinz Rummenigge, presidente del cuadro bávaro. Por su parte, Arsene Wenger, técnico de los Gunners, expuso hace algunos días: "Hay que estar seguros de que no tomen ninguna decisión suicida que pueda perjudicar su futuro para dos o tres meses. Él siempre quiere jugar y ahí es donde se trata de un caso más sensible, ya que siempre está listo para jugar incluso cuando se lesionó".
Justamente, esa última advertencia de Wenger se aplica tanto para Alexis como para Vidal: los dos le han comentado en charlas individuales al entrenador de Chile que quieren estar como sea frente a la Celeste. Ninguno quiere perderse el duelo ante los uruguayos por dos razones: la reciente rivalidad y por tratarse de un partido que puede dejar a la Roja muy cerca del objetivo de clasificar al Mundial. "Voy a jugar igual, no sé qué lesión tengo, pero voy a jugar igual porque hay que sacar los tres puntos como sea", aseveró el mediocampista del Bayern apenas finalizado el choque con Colombia en que salió lesionado.
Desde Juan Pinto Durán explican que Pizzi se caracteriza por escuchar la opinión del jugador, algo que precisamente se pudo apreciar en la sesión matinal de ayer, cuando el DT habló por cerca de diez minutos con el formado en Colo Colo, mientras el resto de los jugadores ya hacía trabajo físico. En las jornadas anteriores ya había hecho lo mismo con el tocopillano.
En el entorno de la Selección comparan esta faceta de Macanudo con el actuar de Jorge Sampaoli al mando de la Selección en casos similares, donde forzaba en todo momento al cuerpo médico para que el jugador estuviera disponible. Quienes vivieron de cerca los dos procesos ejemplifican con la presencia de Vidal en el Mundial de Brasil aún cuando venía saliendo de una compleja lesión que lo obligó a operarse la rodilla. "Acá todos queremos jugar, que no quepa ninguna duda".
Los que están un poco tocados son los que más quieren jugar. Eso es obvio. Pero creo que tenemos que ser bastante inteligentes a la hora de tomar una decisión porque nos puede afectar en nuestros clubes. Entonces creo que lo que pase el martes quedará a criterio de cada jugador", dijo el sábado Marcelo Díaz.
Por eso en esta oportunidad los médicos de la Selección han cumplido un rol fundamental en este fuego cruzado de opiniones. Tanto Fernando Radice como los hermanos Roberto y Fernando Yáñez han estado encima de ambos jugadores y desde el laboratorio del Equipo de Todos señalan que ellos están muy confiados en que las dos máximas estrellas de Chile estén mañana.
El DT les consulta permanentemente por la evolución de sus seleccionados. Fundamental también ha sido la palabra del kinesiólogo Pedro Oñate, quien se ha transformado en la sombra de Alexis por estos días. Ha sido su mejor oyente y en este caso, una suerte de termómetro en torno a su lesión.
Pizzi escucha a todos. Y mañana tomará su decisión.