El general (r) Juan Miguel Fuente-Alba ingresó a la Escuela Militar en 1970, egresando como oficial de arma de Infantería, en agosto de 1972. En 1983 entró a la Academia de Guerra, donde se mantuvo por dos años, antes de ser nombrado comisionado para cumplir su primera misión en el extranjero, en El Salvador.
El comienzo de la carrera militar del ex comandante en jefe del Ejército, en el período 2010-2014, y sus comisiones de servicio en el exterior, son parte de la primera declaración que el ex alto oficial prestó al fiscal que lo investiga, José Morales. El persecutor lo indaga desde 2014, cuando inició una causa por oficio para pesquisar el presunto delito de aumento injustificado de patrimonio. Es por esto que el ex jefe castrense ya ha concurrido tres veces hasta la oficina de Morales, en la Fiscalía Centro Norte, para declarar en calidad de imputado. Además del aumento injustificado de patrimonio se le investiga por la ley de Lavado de Activos, y supuestos ilícitos cometidos como funcionario público. También, el Ministerio Público lo indaga, según fuentes que accedieron a la declaración, por la eventual recepción de bienes en forma irregular durante junio de 2005 y marzo de 2014. También se analizan todas las transferencias de bienes a su grupo familiar y terceras personas.
Las sospechas sobre el patrimonio de Fuente-Alba radican en que, según antecedentes de la causa, poseería un patrimonio estimado en cerca de $ 1.500 millones, mientras su sueldo, al terminar su mandato, ascendía a $ 3.564.164.
Para justificar el origen de su patrimonio es que el general (r), en compañía de sus abogados, Alejandro Espinoza y Johana Heskia, recordó ante el fiscal, en su primera declaración del 25 de mayo, sus misiones de servicio en el extranjero. Según fuentes que accedieron a su declaración, el ex jefe del Ejército explicó a Morales que en El Salvador estuvo poco más de un año (ver recuadro), donde dijo haber recibido US$ 96 mil, incluyendo todas las asignaciones, derechos y venta de vehículos.
Posteriormente, señaló al fiscal que, entre enero del 2000 y agosto de 2001, fue comisionado como agregado militar a la Embajada de Chile en Argentina. Por estos 19 meses dijo que recibió ingresos de la comisión de servicio por US$ 206 mil, donde también se incluyen los derechos y venta de vehículos. Cuatro años más tarde vendría la próxima comisión en el extranjero de Fuente-Alba. En enero de 2006 y enero de 2007 asumió como jefe de la misión militar en Estados Unidos, donde percibió US$ 205 mil, incluyendo todas las asignaciones y derechos. En total, el ex comandante en jefe, de acuerdo a su testimonio, recibió US$ 507 mil por estas misiones fuera de Chile. Según explicó el ex alto oficial al persecutor, estas comisiones significan el sueldo que se paga en dólares, el que se compone por un honorario por ley, más la asignación por costo de vida del país.
La fiscalía ha remitido más de diez oficios al Ejército para que le informe sobre los viáticos, vacaciones y remuneraciones que obtuvo Fuente-Alba cuando se desempeñó como oficial en la institución uniformada. También ha consultado por el destino de los gastos reservados.
Donaciones de su padre
Los ingresos del ámbito privado también fueron abordados por Fuente-Alba ante el fiscal Morales. De acuerdo a la declaración del general (r), el 27 de febrero de 2002 su padre le donó $ 52 millones y posteriormente, hasta el 2008, una suma cercana a los $ 43 millones. Estos traspasos, según indican antecedentes de la causa, se realizaron por cheques de su padre que el ex jefe del Ejército depositó en su cuenta del Banco de Chile.
Según manifestó el ex alto oficial ante las preguntas de Morales, de acuerdo a quienes conocieron su testimonio, estas donaciones no fueron declaradas tributariamente, ni tampoco se realizaron otro tipo de trámites. El general (r), además dijo desconocer si su padre realizó algún tipo de diligencia en ese sentido.
Otra de las donaciones que recibió corresponden a la venta de una casa en El Quisco, que fuera propiedad de su madre. Este inmueble se habría vendido en 2004, y Fuente-Alba habría recibido $ 13 millones. Al igual que los aportes anteriores, indicó que este dinero no fue declarado tributariamente.
También formarían parte del patrimonio del ex comandante en jefe una herencia que adquirió de su abuelo materno. Fuente-Alba dijo que no recuerda el monto que le fue asignado por la sucesión, aunque sostuvo a Morales que tampoco lo declaró tributariamente.
Por todas estas presuntas irregularidades tributarias, la Fiscalía remitió poco después de esa primera declaración todos esos antecedentes al Servicio de Impuestos (SII). El ente recaudador ya tiene en su poder la declaración judicial del general (r).
El fiscal Morales también lo interrogó por sus automóviles y su vínculo con algunas automotoras. En ese sentido, el militar sostuvo que a través de un tercero llegó a la firma Klassic Car, donde compró su primer Audi A4, luego de vender un Mazda y un Toyota.
Además de las declaraciones tomadas a Fuente-alba, el fiscal José Morales ha realizado otras diligencias. A la PDI ha enviado más de cuatro oficios encomendando el interrogatorio de varias personas que prestaron servicios al general (r) o que participaron en negocios con él, tanto en la compra y venta de vehículos, como en inmuebles. El Registro Civil fue requerido por el fiscal para obtener el registro de sus bienes. Morales también se ha reunido con personeros del Consejo de Defensa del Estado (CDE), quienes siguen con detención el caso.
Antes de culminar su primera declaración, el ex alto oficial descartó cualquier tipo de pago de proveedores del Ejército, como también haber ocupado fondos de gastos reservados de la institución. Ya ha declarado tres veces, pero el fiscal Morales pretende citarlo en una cuarta ocasión.