Es el final del empate sin goles entre Unión Española y la U. Católica. José Luis Sierra, como de costumbre, analiza junto a los periodistas el cometido de su equipo. Expone sus puntos de vista sin mayor sobresalto. De pronto, una pregunta cambia todo el sentido de la entrevista: "¿Es especial el partido del miércoles contra el equipo de Ronald Fuentes?" -le consultan- "Por supuesto", responde emocionado.

Esta historia parte hace 24 años. Allí, una selección nacional que comenzaba a levantar cabeza y reponerse del duro golpe que produjo el castigo de la FIFA por el "Maracanazo" de Roberto Rojas.

Rodeados de promisorias figuras, que luego se consagrarían en el fútbol nacional y mundial, se encontraron dos amigos: Ronald Fuentes y José Luis Sierra.

Nunca compartieron camarín, salvo el de la Roja. De hecho, fueron rivales en los clásicos que jugaron la U. de Chile y Colo Colo a finales de los '90 y principios de milenio. Su amistad sigue tan vigente como aquel entonces, cuando el Coto deslumbraba por sus remates de balón parado y Chilenita se alzaba como  patrón de la zaga.

Hoy, 24 años más tarde, los ex mundialistas de Francia '98 vuelven a encontrarse, cada uno en su trinchera, Unión Española y Universidad de Concepción. Ambos elencos chocan por el duelo de ida de semifinales de Copa Chile.

"Miro este partido con alegría. Yo lo quiero mucho (a José Luis Sierra). Nuestra amistad está por sobre todo, es uno de mis dos mejores amigos y aunque no hablemos hace algún tiempo, el cariño sigue y eso siempre será así", reconoce Fuentes.

Del Coto, lo mismo. "Hemos jugado en contra futbolísticamente. Tengo los mejores recuerdos y me alegro mucho por Ronald, porque sé de sus capacidades", lo elogia.

¿Alguna apuesta al ganador? Ambos lo niegan de partida. "No hemos hecho apuestas. Sólo estoy enfocado netamente en los 180 minutos de partido que se vienen", aclara el ex central azul. Lo mismo el ex volante rojo. "No soy de hacer apuestas", remató.

Dos amigos que se enfrentaron varias veces en la cancha; ahora lo harán desde el banquillo.