El fuerte sismo de ayer en Japón, el segundo después del terremoto del pasado 11 de marzo, dejó al menos tres personas muertas y 132 heridos, a la vez que dio lugar a una filtración de agua en la central nuclear de Onagawa.

Según la televisión NHK, la fuerte réplica, con epicentro frente a la costa de la provincia de Miyagi, también interrumpió el suministro eléctrico en una gran parte del noreste nipón, afectando a cerca de un millón de hogares e hizo que en la planta de Onagawa, en la provincia de Miyagi, el agua donde se sumergen las barras de combustible nuclear usado se filtrara, según informó la operadora de la planta, Tohoku Electric Power.

Onagawa, sufrió la suspensión temporal de los sistemas de refrigeración tras el movimiento telúrico de ayer, aunque finalmente los técnicos los recuperaron.

A su vez, se conoció el último recuento policial que cifra el número de muertos tras el terremoto de marzo, en 12.731 y los despaarecidos en 14.706.

Además, en más de 2.000 refugios temporales permanecen evacuadas cerca de unas 155.000 personas provenientes en su mayoría de las provincias nororientales de Miyagi, Iwate y Fukushima, las más devastadas por la catástrofe.