El temporal que desde el pasado jueves azota la isla italiana de Sicilia sigue arreciando hoy sobre la provincia de Messina, donde, por el momento, las autoridades cifran en veinte los muertos, aunque se teme que el número de víctimas mortales llegue a cincuenta.
Así lo hizo saber esta pasada madrugada el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien en Milán confirmó los datos facilitados hasta ahora por la Protección Civil y comentó que probablemente hoy acudirá a Messina para comprobar el estado de la zona.
"Desafortunadamente la situación es muy problemática. La ciudad (de Messina) está completamente aislada y hay ríos de fango y desprendimientos", dijo el mandatario, en unas declaraciones que recogen los medios de comunicación italianos.
"Estamos transportando a las personas de cinco en cinco, con los helicópteros del ejército. Hay ya cerca de veinte muertos y treinta desaparecidos. Al final puede haber al menos 50 muertos", añadió.
Berlusconi explicó que durante la noche los bomberos tuvieron que detener su trabajo porque existe un "riesgo alto" de nuevos aludes de fango y calificó de "muy grave" la situación que se vive en Messina, donde 40 heridos aún siguen hospitalizados y unas 400 personas han tenido que ser evacuadas de sus casas.
El temporal que azota el sur de Italia, en especial en Sicilia, ha causado importantes inundaciones en la isla mediterránea, donde un desprendimiento de tierra en la ciudad de Messina propició el derrumbamiento de varios edificios.
La mayoría de las víctimas quedaron atrapadas entre el barrizal, los escombros y las basuras arrastradas por la corriente de agua.
Las personas desplazadas de sus casas han pasado la noche en hoteles facilitados por la Protección Civil y las previsiones meteorológicas para la zona anuncian una leve mejoría del tiempo para esta tarde, aunque las lluvias continuarán cayendo durante toda la mañana.
Las inundaciones, aunque en menor medida, también se han registrado en la capital siciliana, Palermo, cuya carretera de circunvalación ha tenido que ser cortada en algunos tramos y donde la pasada noche el agua ha entrado en numerosas viviendas y negocios.
La Fiscalía de Messina investiga bajo la hipótesis de desastre culposo una tragedia que ya tuvo su precedente en la zona en octubre de 2007 aunque sin víctimas mortales y de la que el jefe de la Protección Civil, Guido Bertolaso, y el presidente de la República, Giorgio Napolitano, responsabilizan a la falta de medidas de seguridad en una construcción que definen como abusiva.