Las fuerzas que respaldan a Alassane Ouattara, el presidente de Costa de Marfil electo reconocido por la comunidad internacional, tomaron el control de la capital polí­tica del paí­s, Yamusukro, luego de meses de caos polí­tico tras una disputada elección presidencial con el mandatario derrotado, Laurent Gbagbo, quien se niega a dejar el poder.

Se trató de un avance drástico, pero muchos creen que habrá una sangrienta batalla final entre los partidarios de Ouattara y los del presidente Laurent Gbagbo por el control de Abiyán, la capital comercial y principal ciudad del paí­s. La toma de Yamusukro abre el camino hacia Abiyán, a 230 kilómetros.

En tanto, el Papa Benedicto XVI hizo hoy un llamado para el "urgente restablecimiento del respeto y la coexistencia pacífica" en Costa de Marfil y anunció el envío de un emisario, el cardenal Peter Turkson, para expresar en su nombre la solidaridad a las víctimas y exhortar a la reconciliación.

"Desde hace mucho tiempo pienso en las poblaciones de Costa de Marfil, traumatizadas por las dolorosas luchas internas y graves tensiones sociales y políticas", afirmó el Pontífice.