Los insurgentes en Yemen y sus aliados aceptaron un alto al fuego humanitario de cinco dí­as ofrecido por la coalición militar encabezada por Arabia Saudita, con el fin de permitir que organizaciones lleven ayuda a los civiles, después de más de un mes de bombardeos diarios.

La tregua comenzará el martes y ayudará a aliviar el sufrimiento de los civiles en el paí­s más pobre del mundo árabe, quienes carecen de comida, medicamentos y combustible desde que comenzó la campaña bélica el 26 de marzo.

Sin embargo, todas las partes en el conflicto han advertido que responderán a cualquier violación de la tregua. La violencia ya causó el exilio del presidente yemení­ Abed Rabbo Mansur Hadi, que es respaldado por Occidente.

En declaraciones recogidas el domingo por la agencia estatal de noticias SABA, que está bajo control de los rebeldes hutí­es, el coronel Sharaf Ghalib Luqman advirtió de que las fuerzas armadas rebeldes responderán a cualquier violación de la tregua.

Lo mismo señaló el general Ahmed Ali Asiri, portavoz de la coalición saudí­, quien advirtió el sábado que el alto el fuego se cancelarí­a si los rebeldes lo violan.

Hasta el momento la violencia ha dejado 1.400 muertos en Yemen, muchos de ellos civiles, desde el 19 de marzo, de acuerdo con la ONU.