Los técnicos de la accidentada planta nuclear de Fukushima se preparan para probar en las próximas semanas un plan experimental que consistirá en congelar el suelo en torno a los reactores para tratar de contener los vertidos de agua radiactiva al mar. 

La cadena pública NHK informó que el operador de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), quiere realizar la primera prueba el 11 de marzo, día en se cumplen tres años del terremoto y tsunami que devastaron el noreste de Japón y provocaron en la planta el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.

Debido a los problemas para contener y gestionar los enormes volúmenes de agua contaminada en la planta, el gobierno nipón anunció en agosto que se involucraría para ayudar a TEPCO a resolver la situación y que invertiría en total 47.000 millones de yenes (334 millones de euros) en este proyecto.

El experimento consiste en congelar el subsuelo en torno a los reactores 1 a 4, para crear así un muro helado que evite que el agua que se filtra desde los sótanos de las instalaciones llegue al mar. 

La idea es perforar el suelo hasta una profundidad de unos 30 metros con unas conducciones de acero a través de las cuales se inyectará un refrigerante a una temperatura de menos 40 grados. 

La tierra en torno a estas conducciones tardaría un mes aproximadamente en congelarse.

Esta primera prueba que se quiere realizar en la próximas semanas buscará crear un muro de hielo tan solo en torno a la unidad 4. 

El Gobierno y TEPCO tienen intención de producir las barreras heladas restantes a lo largo del próximo ejercicio fiscal, que en Japón arranca el próximo 1 de abril.

No obstante, algunos ingenieros y geólogos han advertido que estos muros artificiales pueden variar los cauces de las aguas subterráneas y tener un impacto negativo en la configuración del subsuelo bajo la central. 

Se cree que unas 300 toneladas de agua contaminada van a parar a diario al océano Pacífico frente al muelle de la planta.

Esto es producto de la acumulación que se registra en los sótanos de los reactores de agua de cauces naturales que penetra en los edificios y se mezcla con líquido refrigerante que ha estado en contacto con los reactores dañados.

Las emisiones y vertidos resultantes del accidente en la planta de Fukushima Daiichi mantienen desplazadas a más de 52.000 personas que vivían junto a la planta y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.