Luego de que en marzo la Cámara de Diputados aprobara el proyecto de aborto terapéutico, la iniciativa fue despachada al Senado. Desde entonces, el texto se alojó en la Comisión de Salud de la Cámara Alta, con una tramitación caracterizada por el bajo perfil. Es por esto que el senador Fulvio Rossi, integrante de aquella instancia legislativa, comienza a inquietarse.
En esta entrevista, el legislador socialista advierte de cierta intención de dilatar la votación del proyecto sorteando lo ineludible: votar en general la iniciativa. Asimismo, alerta de posibles diferencias en el gabinete sobre la iniciativa, evitando identificar a alguna autoridad refractaria al proyecto, pero agregando una excepción con la titular del Sernam, Claudia Pascual, como alguien interesada en la pronta aprobación del plan del Ejecutivo para despenalizar la interrupción del embarazo en tres causales: violación, inviabilidad fetal y riesgo de vida de la madre.
"Cuatro meses de audiencia me parece suficiente, veo que hay demasiado interés en citar a la comisión a más gente, dilatando así el proyecto. Hay gente que no quiere tomar una definición al respecto o pretende con esta actitud que el proyecto duerma, congelarlo, esperar a que aparezcan otras prioridades políticas y que no se legisle. Postergar la votación en general, más allá de julio, hará que la comisión asuma costos, porque también la sociedad nos pide que legislemos por un proyecto que tiene el respaldo del 80% de la población", señala el parlamentario, quien fuera el lunes de la semana pasada al despacho de la ministra Pascual a pedir urgencia para el proyecto, gestión que incomodó a sus pares DC.
La oposición siempre ha sido contraria al proyecto. ¿Es la DC que, a través de sus senadores, trata de dilatar la aprobación del aborto terapéutico?
No diría eso, pero lo que puede ocurrir, y eso sería preocupante, es que si sigue pasando el tiempo sin votar el proyecto, se puede hacer una lectura en esa dirección y dar la sensación de que el proyecto está estancado en el Senado. Es evidente que en la DC hay más de un punto de vista, yo lo encuentro súper legítimo. Soy muy respetuoso de las opiniones contrarias al proyecto que puedan tener nuestros aliados de coalición. Pero por lo mismo, llega el mmento de tomar una decisión y votarlo en general en julio.
En todo caso, el Ejecutivo no le ha puesto urgencia al proyecto. ¿Cree que esto incentiva la dilación?
Creo que la ministra Pascual está preocupada del proyecto. Pero por otro lado, el gobierno ha sido muy prudente con el proyecto de aborto para no generar tensión dentro de la Nueva Mayoría.
Usted dice que la ministra está "preocupada" por el proyecto. ¿No debería el gobierno ponerle urgencia a la iniciativa, considerando que es una promesa de campaña y del programa?
No somos cabros chicos, tenemos que ponernos de acuerdo los senadores Guido Girardi y Carolina Goic para decidir cuándo votar, porque somos nosotros los que representamos a la Nueva Mayoría en la Comisión de Salud. Si ese acuerdo no es posible, le pediría al gobierno que pusiera la urgencia respectiva. Uno de los problemas que hemos tenido como gobierno, es que muchas veces las diferencias entre ministros llegan hasta el Congreso. Creo que las diferencias entre ministros deberían zanjarse en La Moneda. No puede pasar que un ministro diga una cosa y otro diga otra. En este caso, entiendo que el gobierno lo que quiere, y espero que no haya señales equivocas, es que este proyecto se agilice y se apruebe durante este año.
¿Advierte diferencias entre los ministros por aborto?
Veo que hay diferencias entre los ministros respecto a la velocidad del trámite.
¿Qué ministros?
No, las cosas se las diré a ellos. Sí puedo decir es que he visto a la ministra Pascual con la convicción de sacar adelante el proyecto este año.
Las sesiones que la Comisión de Salud ha dedicado al proyecto no han sido muchas desde marzo. ¿Es Carolina Goic, presidenta de la instancia, la responsable de dilatar el proyecto?
Entiendo que la posición de la senadora Goic es compleja, porque preside la comisión y preside un partido en el cual este tema es controversial. Para ella, es una situación compleja, por eso es importante que este tema se zanje como conglomerado.
¿Qué espacios de acuerdo ve usted entre los senadores de la Nueva Mayoría por este proyecto?
Este es un proyecto tremendamente acotado. El hecho que se caiga alguna causal me parecería preocupante, porque son derechos humanos fundamentales de las mujeres que se estarían conculcando. Por ejemplo, creo que hay que ampliar hasta 18 semanas la posibilidad de interrumpir el embarazo de niñas y adolescentes. Hay que reponer también la posibilidad de que las menores de 14 años, si la familia no quiere interrumpir el embarazo en caso de violación, esté la posibilidad de que el equipo médico contacte a los tribunales de familia. Y en tercer lugar, aquí se está violando un aspecto esencial de la relación médico-paciente que es la confidencialidad. No es posible que el médico tenga la obligación de denunciar a una mujer que llega a su consulta producto de una complicación en la interrupción de su embarazo. Eso son algunos de los aspectos que hay que abordar.