Hace exactamente una semana, el gobierno ingresó un paquete de indicaciones al proyecto que pone fin al lucro, la selección y el copago en la educación escolar que se tramita en el Parlamento. El escenario generó una tensión dentro de la Nueva Mayoría, sobre todo luego que el presidente de la DC, Ignacio Walker, destacara que el Ejecutivo habría acogido las medidas planteadas por la falange, llegando a hablar "casi de un proyecto nuevo".
Uno de los que no comparte dicho diagnóstico es el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara Alta, el senador PS Fulvio Rossi, quien ya se ha enfrentado anteriormente a Walker.
Algunos dicen que la reforma educacional está siendo modificada a la medida de la DC…
No estoy de acuerdo con esa afirmación, por el contrario, yo creo que mucha gente, tal vez por falta de información, puede pensar eso, pero todos estos temas se han venido conversando hace bastante tiempo y la verdad que, en general, no son indicaciones que cambien radicalmente el proyecto, si fuese así yo me opondría.
El presidente de la DC, Ignacio Walker, dijo que era "casi un proyecto nuevo".
Eso es francamente irrisorio, o sea, plantear que esto es "casi un proyecto nuevo" es un ejercicio de voluntarismo casi irracional.
El senador Walker incluso afirmó que muchas de las indicaciones fueron obra de su partido.
Cuando uno está en una coalición hay que cuidarla, y eso implica ser generoso y no soberbio. No creo que fue una buena reacción la del senador Walker, porque veo con preocupación que privilegia el perfilamiento de su propio partido en desmedro de la coalición gobernante.
¿Por qué se produce eso?
Creo que hay un temor excesivo de parte de un sector de la DC a que haya una especie de arrinconamiento, producto del crecimiento de las fuerzas progresistas y yo la verdad que no comparto ese temor, es un temor infundado, aun cuando puede ser legítimo. Cuando tienes un partido que ha sido hegemónico, que ha sido mayoría durante prácticamente 20 años y eso cambia, y cambia de manera importante, puede despertar ciertos temores. Yo más bien daría la tranquilidad al mundo democratacristiano que el centro político ocupa un lugar muy importante en esta coalición.
¿Usted está por mantener esa alianza de centroizquierda con la DC?
Siempre he pensado que los cambios requieren mayoría. Si algo aprendimos de la Unidad Popular es que para hacer grandes transformaciones se requiere más de la mitad de respaldo de un país.
¿A pesar de las diferencias que existan con la DC?
Las diferencias existieron en la Concertación, existen también en la Nueva Mayoría -en algunos temas tenemos diferencias importantes- y existen dentro de cada partido. Hay declaraciones del senador Ignacio Walker donde el mismo Mario Venegas (también DC), presidente de la Comisión de Educación de la Cámara, ha dicho que él no las comparte en absoluto.
Usted hace un tiempo dijo que el problema era siempre la DC…
Yo, la verdad quiero contribuir a la unidad de la Nueva Mayoría, pero la ciudadanía tendrá que juzgar de acuerdo con la conducta política de cada partido y de cada dirigente de cada partido si esa frase es coherente con la realidad o no.
Pero tras los primeros meses de gobierno y la discusión por las reformas, ¿sigue creyendo que la DC es un problema?
Sobre ese juicio ya hice una observación y evidentemente, mi ánimo no es profundizar las diferencias que tenemos, sino que es tratar de acercar posiciones, porque al final del día, para hacer los cambios que Chile necesita se requiere de la unidad de la Nueva Mayoría.
Otra discusión se ha dado en torno al cambio del sistema electoral, usted ha criticado la sobrerrepresentación de Santiago a nivel de senadores…
Lo que pasa es que en casi todos los países, la representación es más bien proporcional, el tema de la igualdad del voto se da en la Cámara de Diputados. En el Senado se representan territorios y desde esa perspectiva, no resulta razonable que haya un crecimiento de la representación del centro en desmedro de zonas extremas que tienen particularidades geopolíticas, toda vez que un sistema político electoral también es una herramienta de desarrollo de las regiones. Y por último, no resulta razonable que hoy día les digamos a los chilenos y chilenas que vamos a terminar con el binominal, cuando en realidad en siete regiones del país el binominal va a persistir.
¿Tal como está el proyecto actualmente, como lo votaría?
Yo no puedo votar en contra de las regiones que represento, yo lo que le he pedido al ministro Peñailillo es que establezca una igualdad en el ámbito de la representación de las zonas extremas y estoy seguro que el ministro Peñailillo va a acoger ese planteamiento.
¿A quién le gustaría ver a la cabeza del PS en el siguiente período?
A mí siempre me gustaría que hubiera una renovación de los rostros, pero la verdad es que estamos en un proceso de diálogo y conversación y todavía, al menos a mí y a mi sector, nos parece un poco prematuro emitir un juicio. Me parece interesante que haya un debate de ideas respecto del rol del PS en el gobierno y en el Chile actual y cómo se proyecta al futuro, no le tengo miedo ni le hago el quite, pero todavía nosotros no tomamos una decisión.