Padrinos y aliados. Aunque son propietarios de un nombre simple, que se lee veloz y que podría sumergirse fácil en el olvido, el trío neoyorquino Fun tiene dos razones categóricas para justificar su exposición en el último tiempo: los mentores que han impulsado su ascendente carrera y los vínculos decisivos en que han afianzado su presente. Paramore, Panic! at the Disco y Jeff Bashker, uno de los camaradas de Kanye West, se cuentan entre los difusores de su música. Glee y Gossip Girl, dos de las series más populares de los últimos años, son las plataformas donde suenan sus canciones.
Con esos antecedentes, la banda que integran el cantante Nate Ruess, el guitarrista Jack Antonoff y el multiinstrumentista Andrew Dost se ha convertido en uno de los créditos más exitosos de rock estadounidense con cierta inclinación alternativa, aunque adorado por la gran industria. Como muestra, esta semana se convirtieron en los más nominados a los Grammy -junto a Frank Ocean, Kanye West y Mumford & Sons, entre otros- con seis postulaciones, incluyendo Album del año, Canción del año y Mejor Artista Nuevo. "Por esos logros estamos hablando para Chile, donde de seguro iremos muy pronto para conocer a nuestros seguidores", proyecta con seguridad su cantante, al teléfono desde Nueva York.
Hay seguridad en su actitud, pero también melodías eficientes en su música: bajo la huella de Queen, Cheap Trick, Weezer, The Killers y el power pop de principios de siglo, Fun ya reporta dos álbumes -Aim and Ignite (2009) y Some nights (2012)- donde hermana vocalizaciones épicas, ritmos machacantes y coros pegajosos. El vocalista sigue: "Nos gusta mucho lo teatral y la interpretación más intensa. Vamos mucho a Broadway y eso ha influido en los temas que hacemos. Llevo casi una década en la música y primera vez que tengo un proyecto con sonido propio. Siento que eso explica nuestra llegada masiva, aunque no deja de ser confuso que ahora estemos hablando para medios de todo el mundo, que salgamos en MTV o que hasta tengamos muchos fanáticos y buenos compañeros".
Dentro de ese último grupo asoma Janelle Monáe, artista norteamericana que canta en We are young, quizás el mayor hit del trío a la fecha. "Fue idea de nuestros productores. Una vez les dijimos: 'Queremos aquí a la mejor cantante del mundo'. Y llegaron con ella. No nos conocíamos personalmente, pero desde un principio nos pareció increíble grabar con Janelle". El mismo entusiasmo transmite cuando observa cómo sus temas han trepado en la TV de su país: "Eso sirve mucho y claramente beneficia nuestra llegada a más personas, es una gran plataforma".