Miles de personas "serían masacradas" si Kobane cae en manos del Estado Islámico, dijo el viernes un enviado de Naciones Unidas, mientras los militantes aumentan su ofensiva contra el pueblo sirio kurdo en la frontera con Turquía.
El enviado de la ONU, Staffan de Mistura, dijo que Kobane podría sufrir el mismo destino que el pueblo bosnio de Srebrenica, donde 8.000 musulmanes murieron a manos de los serbios en 1995, la peor atrocidad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, donde las fuerzas de paz de la ONU no lograron protegerlos.
De Mistura dijo que si Kobane cae, los cerca de 700 civiles -en su mayoría ancianos- atrapados dentro de la población, junto a los combatientes kurdos que defienden el lugar y 12.000 habitantes que huyeron, pero no han podido cruzar la frontera turca, "muy probablemente" serán masacrados.
"¿Recuerdan Srebrenica? Nosotros sí. Nunca lo olvidaremos y probablemente nunca nos lo perdonaremos", dijo De Mistura, enviado de paz de la ONU para Siria.
"Donde exista una amenaza inminente a civiles, no podemos, no debemos estar en silencio", agregó.
Asimismo, De Mistura pidió a Turquía que permita la entrada de combatientes kurdos y de su armamento a Siria para que defiendan la ciudad de Kobane.
"Queremos pedir a las autoridades turcas que permitan la entrada de voluntarios y de sus equipamientos a la ciudad para que contribuyan a la operación de defensa propia", dijo de Mistura.
En momentos en que el control del único punto que queda para la entrada y salida de la ciudad constituye el último obstáculo para que el Estado Islámico se ampare de Kobane, De Mistura instó a Turquía a "apoyar las acciones disuasorias de la coalición a través de cualquier medio desde su propio territorio".
"Si no actuamos ahora, todos, incluyendo Turquía, lamentaremos mucho haber perdido la oportunidad de detener al Estado Islámico y enviar una señal de que esto no puede continuar", declaró.
La situación de Kobane, de mayoría kurda, ha desatado la peor violencia en años en las calles de Turquía, que tiene unos 15 millones de kurdos.
Desde el martes, los kurdos turcos se han levantado contra el Gobierno del presidente Tayyip Erdogan, al que acusan de permitir la masacre.
Al menos 31 personas han muerto en los tres días de disturbios en el sureste del país, incluyendo a dos policías.
Desde el otro lado de la frontera, se podían sentir los intensos enfrentamientos entre los combatientes del Estado Islámico y las fuerzas kurdas en Kobane.
También se escuchaban aviones de guerra y la parte occidental del enclave fue afectada por un ataque aéreo, al parecer de la coalición liderada por Estados Unidos. Pese a incrementar los bombardeos en el área, Washington reconoce que su apoyo aéreo no es suficiente para salvar a la ciudad.