"Para que esto pueda llegar a buen termino, hay que sentarse hablar. No sacamos nada con mandarnos recados por la prensa, las cosas se tienen que decir cara a cara". Esa fue la reacción de la presidenta de la Asociación de Funcionarios de la Salud de Conchalí, Marcela Navarro, a raíz de la extensión del paro general que mantienen 450 funcionarios de ocho establecimientos de salud pública de la mencionada comuna que se prolonga desde el 13 de julio.
La dirigenta cuestionó los dichos del alcalde de Conchalí, Rubén Malvoa (RN), quien señaló que "no había de qué dialogar".
Navarro aseguró que "todas las amenazas que está haciendo las mandó por prensa, cortó las comunicaciones con nosotros en un consejo donde se vuelve a parar y se va, y no termina de presidirlo, hace dos semanas atrás".
Asimismo, señaló que "hay mucho que entrar a dialogar" con el jefe comunal para solucionar la paralización, y que existe "una cuestión bien crítica que está hablando el alcalde", al referirse al tema de la muerte de Ricardo Moreno Vivar, funcionario de la Dirección de Aseo y Ornato, quien falleció el pasado viernes producto de un infarto en el consultorio Simón Ojeda.
"Ya nos dijo que éramos criminales... nos dijo que estas eran acciones homicidas", aseveró la dirigenta, quien defendió la labor del personal del recinto señalando que "a esta persona se le dieron las atenciones desde que ingresó al establecimiento hasta que salió. Se hizo todo lo humanamente posible, de hecho, el Samu también llegó a tratar de reanimarlo, pero fue imposible".
Asimismo, sostuvo que la paralización le generó a Malvoa "los recursos frescos que necesitaba, por lo menos para trabajar con la gente de salud de aquí hasta final de año" y que "ya le descontó ingresos a la gente, a todos por "parejito" y está haciendo sumario".
Finalmente, señaló que se siguen haciendo las entregas de medicamentos y leche, además de las atenciones de urgencia, ya que "al turno ético jamás se le ha cerrado las puertas y cualquier eventualidad estamos todos preparados".