"Reemplazo al sistema binominal: había una solución sin más diputados", es el título del informe que elaboró la Fundación Avanza Chile -ligada al ex Presidente Sebastián Piñera- y que critica la reforma al sistema electoral aprobada en enero de 2015.
Dicha modificación -que fue una de las promesas de la Presidenta Michelle Bachelet durante su campaña- puso fin al sistema binominal, reemplazándolo por un sistema proporcional, pero adicionalmente incluyó un aumento de parlamentarios.
Así, cuando entre en vigencia -a partir de las elecciones parlamentarias de noviembre de 2017- se producirá un aumento de 47 legisladores: los diputados, que hoy son 120, pasarán a ser 155, mientras que los actuales 38 senadores pasarán a ser 50.
Y, aunque durante su tramitación La Moneda insistió en reiteradas oportunidades que esta reforma no implicaría un incremento del gasto fiscal, este aspecto ha sido rebatido desde la oposición. Más aún luego de que la Biblioteca del Congreso elaborara, hace dos semanas, un informe en el que estima que el costo de los nuevos legisladores alcanzaría los 14.800 millones de pesos al año.
El informe
Considerando lo anterior, Avanza Chile elaboró un informe donde señala que la reforma electoral impulsada por Bachelet no cumplió con sus objetivos.
"La reforma buscaba lograr la igualdad del voto, que el sistema actual no permitiría. Sin embargo, aumentó el número de escaños de diputados en todas las regiones del país y de senadores en la mayoría de las regiones, manteniendo importantes niveles de desproporcionalidad", señala el texto.
"Así, cabe preguntarse con qué parámetros y para qué objetivos la propuesta propone un diputado cada 30 mil electores en Aysén, mientras que en Arica es uno cada 58 mil, en Iquique es uno cada 74 mil y en la Región Metropolitana uno cada 110 mil", indica el informe, junto con poner otros ejemplos similares en el caso de los senadores.
En otro punto, establece que la modificación al sistema "no tiene mayores ventajas de proporcionalidad respecto del sistema binominal ni respecto de propuestas de reemplazo anteriores; y tampoco genera más espacio y oportunidades de elegirse a los candidatos independientes o de listas minoritarias o emergentes", y agrega que el nuevo sistema tampoco impide la elección "por arrastre".
"El sistema proporcional aprobado, al igual que el binominal y que todos los sistemas electorales, permite la elección de candidatos menos votados, si concurren en una lista que sume los votos necesarios para ello. Así ocurre en Chile cada cuatro años, en la elección de concejales, que utiliza el sistema proporcional y que permite la elección de autoridades con porcentajes menores que candidatos de otras listas", señala.
A modo de contraste, el informe detalla que existía una solución para modificar el sistema binominal sin la necesidad de aumentar el número de parlamentarios. Se trata de un proyecto enviado por el gobierno de Piñera en julio de 2013, y que quedó estancado en el Senado, en su primer trámite constitucional.
"Esta reforma mejoraba la proporcionalidad entre escaños y votos, aumentaba la competencia y multiplicaba las opciones del elector", dice el documento, que agrega que dicha propuesta "mantenía el número de diputados y de senadores, ya que para cumplir con los objetivos no era necesario su incremento y, en consecuencia, el proyecto no implicaba mayores gastos públicos".