El fundador de Wikileaks, Julian Assange (39) que ayer quedó en libertad condicional en Londres tras el pago de una fianza, llegó tarde a la casa de campo en Suffolk, en el este de Inglaterra, donde pasará Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, tuvo tiempo para declarar a la prensa que la causa de extradición a Suecia por supuestos abusos sexuales es parte de una "campaña de desprestigio" y "difamación" en su contra.
En Estocolmo es requerido por supuestos abusos sexuales y violaciones a dos mujeres suecas, y en medio del revuelo internacional causado por la publicación de miles de documentos diplomáticos secretos del Departamento de Estado Norteamericano.
"Esta ha sido una campaña de difamación muy exitosa y una muy equivocada", dijo Assange a la BBC. A su juicio, "hay un número de intereses distintos, personal, nacional e internacional, que surgen de este proceso, que lo incentivan y lo empujan". Por ello es que califica como "perturbador que cualquier persona en un país europeo pueda ser extraditado a otro país europeo sin evidencias en su contra".
Assange agregó que esperaba más intentos de difamación de las autoridades suecas, pero no dio detalles. Sólo indicó que existen rumores acerca de que Estados Unidos presentará cargos de espionaje en su contra. En todo caso, se mostró conforme con su trabajo y dijo que seguirá "dirigiendo el barco, ahora a más velocidad", aunque "como han visto con mi ausencia, las cosas están bien establecidas sin mi vinculación directa".
En tanto, La policía en Australia concluyó que Wikileaks y su fundador, no han violado ninguna ley del país al publicar documentos confidenciales estadounidenses.
Al ser consultado si promete no fugarse, Assange respondió: "Hemos hecho todo al pie de la letra. Tratamos lo más duro posible de crear una situación en la que yo pueda limpiar mi nombre de estas acusaciones".
El fundador de Wikileaks debe cumplir condiciones estrictas tras su salida de prisión, incluidas la entrega de su pasaporte a la Policía, residir en la propiedad de Suffolk donde sólo podrá salir ciertas horas al día, reportarse a una comisaría policial cada día a las 18.00 locales y llevar una muñequera magnética.
La propiedad de campo donde permanece Assange es de Vaughan Smith, el periodista fundador del Frontline Club de Londres, donde el australiano pasó las dos últimas noches antes de su detención.