El fundado de Wikileaks, Julian Assange, reaccionó escuetamente a la decisión de un tribunal británico de dar luz verde a su extradición a Suecia por supuestos abusos sexuales y dijo que "considerará las medidas a seguir".
El Alto Tribunal de Londres rechazó el recurso que había presentado Assange contra la decisión del juez Howard Riddle, del tribunal de Belmarsh (sur de Londres), que en febrero ya autorizó la entrega del australiano a Suecia y consideró que la orden europea de arresto y el proceso judicial contra el profesional son válidos.
El fundador de Wikileaks se quejó de que no le han imputado ningún cargo y de que la euroorden cursada por las autoridades suecas, que dio motivo a su detención en diciembre del año pasado, es "tan restrictiva" que no estudia las pruebas de su caso, por lo que hace que la entrega sea prácticamente automática.
"No he sido acusado de ningún delito en ningún país. El sistema de arresto europeo (EAW, en sus siglas en inglés) es tan restrictivo que impide a las cortes de Reino Unido considerar los hechos de un caso, como los jueces lo han dejado claro hoy aquí", apuntó.
"Sin duda habrá muchos intentos para tratar de afectar estos procedimientos como ha ocurrido hoy, pero son meramente técnicos", concluyó Assange.
Tras la decisión de hoy, los abogados de Assange tienen ahora un plazo de 14 días para apelar ante la Corte Suprema, máxima instancia judicial británica, aunque para ello necesitarán primero el permiso del Tribunal Superior de Londres.
Los abogados de Assange habían argumentado que la euroorden no era válida porque fue emitida por un fiscal y no por una "autoridad judicial". La Fiscalía sueca acusa a Assange, de 40 años, de tres delitos de agresión sexual y uno de violación tras la denuncia de dos mujeres, que aseguraron que los hechos ocurrieron en agosto de 2010. Por su parte, la defensa de Assange alega que su extradición a Suecia sería "injusta e ilegítima", y considera que el proceso judicial es político.