"Me sorprendió la energía que desprendía aquel hombre", recuerda este venezolano de 40 años que condujo cuatro horas desde Orlando con su esposa y sus hijos de 12 y 3 años para despedir a Pérez, quien falleció el sábado tras una larga convalecencia, fue velado este martes Miami, y que será enterado este miércoles.

El velatorio del ex presidente, al que asistieron cientos de venezolanos, puso de manifiesto el caso de una de las minorías nacionales que más rápido viene creciendo en el estado de Florida.

Como el caso de los Méndez, que hace seis meses llegó a Estados Unidos solicitando asilo político. José Méndez afirma que estaba recibiendo amenazas de muerte y ahora espera a que se regule su situación para encontrar trabajo.

La familia Méndez es probablemente un ejemplo de muchos venezolanos que han decidido trasladarse a Estados Unidos, tras la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999.

PUNTO DE ENCUENTRO
 Y el velorio de Pérez reunió a muchos de estos emigrantes venezolanos.

Actores, empresarios y ex políticos se despidieron del que fue presidente en dos ocasiones (1974-79 y 1989-93). No sólo fue considerado uno de los enemigos más acérrimos de Chávez, también era una figura que polarizó al país mientras fue político activo.

La presencia de decenas de periodistas fue aprovechada por algunos para hacer proselitismo.

"Aquí en Estados Unidos hay libertad de expresión, a diferencia de lo que ocurre en Venezuela", afirma Toni Ortiz después de quitarse un esparadrapo que le cubre la boca.

Lleva un cartel en el que se lee: "Señor, devuélvenos a CAP (Carlos Andrés Pérez) y te entregamos a Chávez".

Ortiz, que tiene 47 años y vive en el estado de Carolina del Norte donde tiene un negocio de decoración, dice que está sorprendido por el ritmo al que avanza el "éxodo" de venezolanos y asegura que se debe a la persecución política en Venezuela.

No obstante, el gobierno venezolano ha reiteradamente rechazado que en el país haya presos políticos o persecuciones de este tipo.

INSEGURIDAD
El número de venezolanos que ha obtenido asilo en EE.UU. ha pasado de ser prácticamente cero a 7.000 en los últimos diez años, asegura Luis Prieto, que preside la Federación de Asociaciones de Venezolanos en el Exilio.

Prieto añade, sin embargo, que el factor político no es el único que explica la inmigración y agrega que la inseguridad en las calles venezolanas y la dificultad para encontrar trabajo juegan un papel igual o más importante.

Este economista de 76 años que llegó a Miami hace 18 años ha visto con el paso del tiempo cómo la ciudad que le acogió se parecía cada vez más a su tierra de origen.

"Cuando emigré, habría unos 3.000 venezolanos", calcula, " y empezaron a llegar cada vez más rápido a partir del año 2000. Pero no paro de sorprenderme. Todos los días me encuentro con recién llegados".

El número de los venezolanos que residen legalmente en el área metropolitana de Miami -condados de Broward y Dade- creció más del doble entre 2000 y 2009, de 30.400 a 61.469, según el censo estadounidense.

En ese mismo período, la cifra de venezolanos en Estados Unidos creció un 114%, de 91.507 a 196.327.

De todos modos, las cifras serían mucho más elevadas si se tomase en cuenta a los inmigrantes sin documentos, que llegan en avión y agotan su visado de turista, los conocidos como "balseros del aire".

Prieto dice que aunque en Miami hay comunidades mucho mayores, como la de cubanos o colombianos, la presencia de los venezolanos es destacada porque muchos ocupan puestos en medios de comunicación o son importantes empresarios.

Y eso lo han notado los residentes de Miami.

Si en el pasado acuñaron los términos "pequeña Habana", "pequeña Haití" o "pequeña Buenos Aires" para denominar las zonas donde se tendían a asentar los nuevos inmigrantes, muchos conocen coloquialmente al municipio de Doral (de 39.000 habitantes) como "Doralzuela".

El 18% de los residentes de esta ciudad del condado Miami-Dade son de origen venezolano.

Y en esta localidad, Luigi Doria, un empresario de 52 años nacido en Caracas, fue elegido el 2 de noviembre al Concejo municipal, convirtiéndose en el primer venezolano que ocupa un cargo político en el país. Otro hito del ascenso venezolano en Estados Unidos.