Aficionados japoneses se quedaron despiertos hasta la madrugada del domingo para celebrar la sorpresiva victoria de Kei Nishikori sobre el primer preclasificado en el torneo Abierto de Estados Unidos, Novak Djokovic.
El japonés de 24 años venció al serbio 6-4, 1-6, 7-6 (4), 6-3 en un calor agobiante para convertirse en el primer jugador asiático en llegar a una final de Grand Slam.
"El hecho de que sea el primer japonés en llegar a una final es muy inspirador", dijo Keiko Mikami, una oficinista de Tokio que estuvo despierta toda la noche para ver el partido. "Espero que de él podamos aprender el valor de nunca darse por vencido".
Cerca de 350 simpatizantes de reunieron en el área de recepción de un hotel en Matsue, ciudad costera donde nació Nishikori, para ver la transmisión en vivo del juego que terminó poco después de las 4 de la mañana, hora local.
Quienes no se desvelaron para ver el partido se despertaron animados por la noticia.
"Miré las noticias tan pronto como desperté. Es grandioso. Es el primer japonés en llegar a una final, ¿verdad? Y venció el número 1. ¡Bien hecho!", dijo Yuki Tateishi, empleado de una tecnológica que tomaba un descanso en un centro comercial de los suburbios de Tokio. "Trataré de quedarme despierto para ver la final".
Otros elogiaron el espíritu japonés (Yamato damashii) del tenista.
"Es una gran noticia", dijo Nobukazu Yoshimizu, quien trabaja para una institución financiera. "Es japonés, es pequeño pero está lleno de energía y espíritu".
El triunfo de Nishikori cautivó a un país que había tenido pocos jugadores a los cuales aplaudir, durante años las jugadoras Ai Sugiyama y Kimiko Date-Krumm compitieron en Grand Slams, pero ahora Nishikori es la cara del tenis japonés.
Aunque cuando reside desde hace años en Estados Unidos, Nishikori es una personalidad en su país. Es la figura que aparece en anuncios de la compañía japonesa de ropa Uniqlo, la de comida Nissin y la fabricante de equipo deportivo Wilson. Cuando juega en el país los boletos se agotan en pocas horas.