El último caso de dopaje en Sudamérica ha sacudido Paraguay. Allí, el futbolista Julio César Cáceres ha sido sancionado con cuatro años por presencia de octopamina en una muestra y por negarse a dar otra. Sin embargo, muchos de sus colegas han cuestionado la rigurosidad con que la comisión antidopaje guaraní lo midió. En Chile, recién en este campeonato el fútbol profesional comienza a regirse por un organismo independiente de la ANFP, lo que podría traer situaciones similares. Todo esto es observado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que defiende las medidas que apoyen la lucha contra la trampa. En América Latina, la uruguaya María José Pesce es quien dirige la Oficina Regional de la AMA y explica a La Tercera cómo funciona. Y cómo se pretende seguir implementando la norma.
¿Le preocupa a la AMA los varios casos de positivos que ha registrado Chile en los últimos años?
Vinculamos ese hecho a un buen trabajo de la Comisión Antidopaje. Están trabajando de forma eficiente, haciendo controles inteligentes y debidamente planificados.
¿En qué consisten?
Se trata de invertir bien los recursos, porque los controles son costosos. La idea es hacer análisis de cuáles son los deportes con más riesgos y la situación especial de algún deportista. Hay tendencias, por ejemplo, cuando un deportista está saliendo de una lesión, o cuando mágicamente mejora un tiempo. Ante situaciones que dejan de estar dentro de lo normal en el rendimiento y hay una sospecha, se hacen estos análisis. Toda esta planificación por deporte y por disciplina deportiva figura en lo que WADA controla y llama Plan de Distribución de Controles.
¿Chile lidera la lucha contra el dopaje en la región?
Nos ha llamado la atención favorablemente, porque en América Latina, lamentablemente, hay pocos países con recursos económicos suficientes para hacer un programa de control antidopaje. Que no sólo consiste en controlar, sino en educar. Nosotros creemos que la comisión de Chile está haciendo un buen trabajo, de los mejores de la región, pese al poco tiempo que lleva de funcionamiento. Su estructura es buena y su gente trabaja bien. Por eso para nosotros es positivo que hayan más casos de dopaje. Si todos los países hicieran un trabajo así, seguro habrían más resultados analíticos adversos.
¿Qué países están retrasados?
Es difícil responder eso. Te puedo decir quiénes están muy bien. Por ejemplo, Colombia está haciendo un trabajo bueno, también Chile y Uruguay; tenemos también organizaciones regionales antidopajes (ORAD), como la de América Central y del Caribe. Otros países van avanzando, Brasil, Argentina y México, que son potencias y precisamente por eso hay que monitorearlos con mucha exigencia. En eso estamos.
Pero Antidopaje de Chile recién ahora se pudo hacer cargo de un deporte como el fútbol.
Eso es un buen avance. Hay países que aún no lo han logrado. Chile ahora pasa a la lista de países en los que el fútbol, como dicen las normas y el Código Mundial, está adscrito. El fútbol es un tema en toda América del Sur, no sólo en Chile, y por suerte ahora se adhirieron. Creo que hubo flexibilidad, apertura al cambio necesario y una aceptación por parte de las autoridades del fútbol chileno. En el fondo es una protección para los deportistas que juegan limpio y no una persecución. Porque si hay una persona que te ganó en un pique para un pase en la cancha gracias al dopaje, entonces es trampa.
¿El fútbol goza de beneficios también en el antidopaje?
No gozan de ese beneficio. Los países cuyas federaciones no se han adscrito a las normas antidopaje no cumplen con el Código Mundial Antidopaje y así quedará reflejado. Este año en la AMA estamos implementando un cuestionario de más de 300 preguntas para determinar qué país cumple y cuál no. Es un programa de monitoreo del código que cuenta con una certificación de calidad. Todos recibieron este cuestionario el 20 de febrero y tienen tres meses para responderlo. A mediados de mayo tendremos las respuestas y tomaremos las medidas correspondientes.
¿Cómo cuáles?
Hay consecuencias que determina, en última instancia, la Junta de la Fundación de la AMA. 36 miembros que se dividen por igual entre los gobiernos del mundo y el movimiento deportivo. Ahí llegan recomendaciones del Comité de Revisión del Código, que son expertos independientes. Todo avalado por una norma de calidad con certificación ISO. Es la primera vez que se determinará con un proceso detallado y riguroso quiénes cumplen y quiénes no.
¿Por qué la FIFA cuenta con sus propios comisarios para realizar test en sus eventos y en JJ.OO.?
Porque todas las federaciones tienen derecho a usar los oficiales de control al dopaje que estimen más conveniente. Nosotros como AMA alentamos por eficiencia y practicidad a que se utilicen los oficiales de cada país. Por ejemplo, si la FIFA organiza un torneo en Chile, que utilice a los oficiales de control antidopaje de la Comisión Nacional de Chile. Creo que esta práctica está cambiando y cada vez son más los oficiales de control al dopaje locales. Es un beneficio para todos, tanto para el organizador, que ahorra dinero, como para las comisiones nacionales, que adquieren más experiencia.
¿Todos deben cumplir?
Sí. Por ley, de acuerdo a la Convención Internacional de Unesco contra el Dopaje en el Deporte, todos los países tienen que cumplir con las normativas del Código Mundial Antidopaje y los estándares internacionales vigentes.
El fútbol chileno recién cuenta con una comisión antidopaje independiente de la ANFP. Parece que fue ahora para evitar sanción.
Eso no estaba bien, porque había un conflicto de interés importante. Está muy bien que ahora lo haya hecho.
¿Por qué el caso del paraguayo Cáceres ha despertado tantas críticas en su rigurosidad?
Es una reacción natural. Cuando un deportista arroja un análisis positivo, es muy raro que reconozca que lo hizo. Es mucho más fácil criticar y decir que el análisis está equivocado. Como AMA, garantizamos que los procesos se respetaron y evaluaremos si la sanción aplicada está de acuerdo al código. En caso de no ser así tenemos derecho a apelar, al igual que el deportista. Ésa es una de las funciones más importantes del AMA.
¿En qué paso contra la lucha contra el dopaje está Sudamérica?
Progresando. Ha habido muy buenos avances y hay mucho por avanzar aún. Es importante que los gobiernos y los ministerios de deportes entiendan que éste es un tema relevante, de valores, de no hacer trampa. Y que ese concepto no es exclusivo del deporte. La idea es que puedan entender que hay que trabajar en la prevención, en la formación y la educación, y tener un plan que sea efectivo. Y para eso se necesitan recursos. Ésa es la diferencia entre los países que han avanzado más y los que no.
¿Leyes más duras, como castigar a quienes trafiquen y consuman, podría ser una solución?
Eso depende de cada país, no es una exigencia del Código. Nosotros lo que queremos es que cumplan, por lo menos, con el código y con los estándares internacionales.
En Chile es muy fácil adquirir EPO, por ejemplo.
Eso sí debe estar regulado con normativa interna. Una regulación en la venta y también en la rotulación de los alimentos y medicamentos. Preguntamos cómo está la reglamentación en la aduana, por ejemplo, porque por algún lado las sustancias prohibidas ingresan al país.