Se trata de un viejo alegato futbolístico, pero que con la ola de calor que azota al país y la calendarización del clásico, recobró aliento: el calor.

Los futbolistas, aliados con el sindicato que los agrupa, habían logrado doblegar a la programación televisiva y que los partidos con opciones de disputarse a altas temperaturas, se jugarán a horas con más sombra.

Pero esta vez, no pudieron con la seguridad. El intendente y otros funcionarios gubernamentales fueron intransigentes para que el partido se dispute a las cuatro de la tarde y así termine de día.

El problema es que a esa hora hay pronosticados 30°C, lo que según los expertos, aminora el rendimiento físico de los jugadores, y lo que es aún peor, en casos extremos, ponen en peligro su integridad física.

A juicio de Carlos Henríquez, fisiólogo del Ejercicio de Clínica MEDS, jugar con altas temperaturas tiene varios riesgos. "Aumenta la aparición de fatiga muscular y reduce el rendimiento de los jugadores. Desde el punto de vista médico puede producir deshidratación severa, hiponatremia (baja de los niveles de sodio) en algunos jugadores y peligro de shock por calor. Este último se caracteriza por la aparición de calambres, dolor de cabeza, náuseas, e incluso, pérdida de la conciencia. En casos extremos puede tener complicaciones graves, aunque en fútbol es bastante difícil llegar a éstas", explica.

Patricio Venegas, cardiólogo del Centro de Medicina Deportiva de Clínica Las Condes, confirma que el calor afecta el rendimiento deportivo, "pero cuando se trata de futbolistas profesionales y ya llevan tres meses de entrenamiento con calor, sus cuerpos ya debieran estar acostumbrados por el tiempo de adaptación que llevan jugando en esas condiciones". Según el experto, "en gente que no está preparada físicamente y practica deporte con altas temperaturas, puede haber desmayo, mareos, calambres por calor y hasta un shock de calor".

Por ello, y ante la imposibilidad de cambiar el horario, estos especialistas explican cómo debe ser la ejecución de una estrategia previa para literalmente ponerle paños fríos a la situación.

Según Venegas, lo más básico va desde la hidratación adecuada para cada jugador hasta vestir una indumentaria que permita la sudoración, "que es el mecanismo con el cual el cuerpo regula la temperatura".

"La hidratación prepartidos es importante. Muchos estudios muestran que una gran cantidad de jugadores parten un partido en estados de hipohidratación. Por ello, el monitoreo del peso corporal y educar a los jugadores sobre el color de la orina -muy oscura es signo de falta de agua- son medidas que deben tomarse durante la estancia en lugares con altas temperaturas", agrega Henríquez.

También menciona que hay otras técnicas como el pre-cooling (enfriamiento previo al partido o en el entre tiempo) que han demostrado ser útiles.

¿Ayuda mojar la cancha antes de partido y en el entretiempo? A juicio de Venegas, no. "Cuando hay mucha humedad ambiente se dificulta la sudoración. En ningún caso es recomendable mojar la cancha cuando hay alta temperatura ambien