Los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 se reúnen desde mañana, durante dos días, en la ciudad surcoreana de Gyeongju con el fin de debatir medidas para frenar la volatilidad de las divisas.

Además de para preparar la cumbre del jefes de Estado y de Gobierno del G20, que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre en Seúl, la reunión de Gyeongju intentará servir para evitar movimientos bruscos en los tipos de cambio que provocan desequilibrios en la economía mundial.

La llamada "guerra de divisas" es vista como un foco de inestabilidad en plena recuperación, ya que hace que algunos países ganen competitividad en los mercados mediante la devaluación de su moneda.

Estados Unidos critica a China por mantener el yuan artificialmente bajo para favorecer sus exportaciones, mientras países como Japón se han visto obligados a intervenir en el mercado de manera extraordinaria para poner freno a la apreciación de su moneda.

Asimismo, el dólar estadounidense ha experimentado una pérdida de valor ante las moderadas previsiones de recuperación de la primera economía mundial y por la posibilidad de que la Reserva Federal apruebe nuevas medidas de flexibilización monetaria.

El alcance de un consenso entre el grupo de las grandes economías, lideradas por Estados Unidos, Europa y Japón, frente a la postura de los países emergentes como China o Brasil, será clave para asentar unas bases para la cumbre de Seúl, que busca consolidar un marco para la recuperación de la economía mundial.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, se muestra a favor de un dólar fuerte, mientras ha instado a Pekín a que permita la apreciación del yuan.

China anunció el martes una subida de los tipos de interés, lo que es interpretado como una señal a favor de que su moneda se aprecie acorde con la evolución de su economía.

Otros asunto que se tratará en el complejo hotelero de Gyeongju, antigua capital del Reino de Shilla y a casi 400 kilómetros al sur de Seúl, será la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), que suscita controversia ante el cambio en el equilibrio de poder en la institución a favor de los países en desarrollo.

En la reunión de dos días también se hablará de salud fiscal y medidas para vigilar mejor los riesgos en la economía y conseguir un crecimiento estable, sostenido y equilibrado.

En este sentido los participantes, entre los que se encuentra como país invitado España, representado por la ministra de Economía, Elena Salgado, hablarán de la imposición de medidas más estrictas en el sector financiero para evitar repetir la crisis desatada en 2008.

En la cumbre de Seúl, en la que el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, será el anfitrión, el G20 espera consolidarse como el foro de discusión mundial con la unión de las voces de los países ricos y las economías emergentes.

El G20 lo componen los siete países más industrializados (EEUU, Reino Unido, Canadá, Italia, Francia, Alemania y Japón) junto a Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Rusia, Arabia Saudí, Suráfrica, Corea del Sur, Turquía y la presidencia de la Unión Europea (UE).