Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G20, reunidos en Sídney, acordaron acelerar el crecimiento de la economía global en un 2% durante los próximos cinco años.
"Vamos a desarrollar políticas realistas y ambiciosas con el objetivo de aumentar nuestro Producto Interno Bruto (PIB) en más de 2% por encima de la trayectoria que implican nuestras actuales políticas en los próximos cinco años", señala el comunicado oficial del encuentro.
"Este crecimiento supone más de US$2 billones adicionales en términos reales y generará una suma significativa de empleos", dice el documentos emitido al final de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes).
No obstante, el G20 admite que a pesar de los signos de recuperación, la economía global aún está lejos de alcanzar un crecimiento fuerte y sostenido.
El presidente de Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, consideró que la recuperación de Europa es aún "modesta" y la deuda pública se mantiene muy alta.
"Vemos progresos pero también vemos riesgos que pueden comprimir la recuperación", declaró Dragui.
El comunicado final de la reunión indica que si bien la reducción de estímulos monetarios pueden conducir a una excesiva volatilidad y dañar el crecimiento, su respuesta principal será fortalecer y perfeccionar los marcos de política estructural y financiera macroeconómicas internas.
Para lograr este objetivo, ese ha establecido el "Plan de Acción de Brisbane", que incluirá acciones concretas en los países que forman el G20 en materia de creación de empleo, incremento de la inversión, mejoras en las políticas comerciales y promoción de la competencia, entre otras políticas macroeconómicas.
El tesorero australiano, Joe Hockey, anfitrión de la cita, calificó como ambicioso pero tangible el acuerdo que contó con el beneplácito de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el ministro español de Economía, Luis de Guindos, entre otros.
La proyección de crecimiento está en línea con el FMI, que recientemente consideró que la implementación de una serie de reformas agresivas podría aumentar el crecimiento mundial en un 0,5% anual.
El documento, que consta de dos páginas con once puntos y anexos, se compromete a crear un clima que facilite las inversiones, particularmente en infraestructura de las pequeñas y medianas empresas y remover las barreras para promover la inversión privada y crear un clima de confianza entre los inversores.
Los países del G20, además, se comprometen a luchar contra la evasión fiscal de las grandes multinacionales en la era digital y a apoyar el Plan de acción contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios, conocido como BEPS, por sus siglas en inglés.
El grupo espera que para la cumbre de líderes del G20, que se celebrará en noviembre en la ciudad de Brisbane, se comience a implementar "medidas efectivas, prácticas y sostenibles" en materia tributaria y en una economía cada vez más globalizadas.