El gabinete palestino realizó hoy su reunión semanal en Hebrón, en un acto simbólico de protesta contra la decisión de Israel de agregar un disputado santuario de esa ciudad cisjordana a su lista de sitios de patrimonio nacional.

La medida adoptada la semana pasada por Israel ocasionó amplias críticas internacionales e intensificó las sospechas palestinas sobre la nación judía en momentos en que Estados Unidos está intentando restablecer las negociaciones de paz.

Israelíes y palestinos se han enfrentado frecuentemente anteriormente por los dos santuarios agregados a la lista de patrimonio: la Tumba de los Patriarcas, en Hebrón y la Tumba de Raquel, en Belén.

El Presidente palestino, Mahmoud Abbas, calificó la medida de Israel como un "ataque a los sitios santos" mientras que Hamas llamó a una nueva insurrección.

Durante la semana pasada, se enfrentaron casi diariamente palestinos armados con piedras contra soldados israelíes en Hebrón, una ciudad dividida donde viven 500 colonos judíos entre 170 mil palestinos.

La sesión del gabinete ocurre un día después de que policías israelíes dispersaron a atacantes palestinos enmascarados  en Jerusalén.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intentó calmar las tensiones recientes diciendo que el plan de Israel es proteger los sitios santos y que no tenía intención de infringir la libertad de culto de los musulmanes.

Un asistente de Netanyahu afirmó que la lista no significa delinear fronteras futuras y que es prematuro hablar de planes concretos de renovación.

Los palestinos, sin embargo, temen que la decisión sea otra señal de que Netanyahu quiere tomar partes significativas de Cisjordania, un territorio que quieren para un futuro Estado palestino, junto con Gaza y el este de Jerusalén.

Al reunirse en Hebrón, "el gabinete está tratando de mostrar su preocupación y alertar a la comunidad internacional sobre la grave situación que afecta los lugares santos", dijo Ghassan Khatib, vocero del gabinete palestino.