Luego de una operación producto de una fractura de clavícula, el diputado Gabriel Boric, que fue reelecto con la segunda mayoría nacional, da su primera entrevista tras las elecciones desde el Hospital Regional de Magallanes. El parlamentario, que será dado de alta hoy, analiza los nuevos desafíos del bloque ante la segunda vuelta y asegura que el abanderado oficialista, Alejandro Guillier, debe convencer al electorado del Frente Amplio.
El Frente Amplio obtuvo muy buenos resultados en las elecciones del domingo. ¿A qué cree que se debe?
El resultado del Frente Amplio, tanto a nivel presidencial como parlamentario, es producto de un trabajo que viene madurando de hace un par de años, donde por un lado se logra politizar a franjas de la población que veían con ajenidad a la política y, por otro lado, reencantar a mucha gente que, habiendo confiado en algún momento en los viejos partidos de la Concertación y Nueva Mayoría, se fueron decepcionando ante su proceso de descomposición, corrupción y vaciamiento de sentido. Lo anterior, sumado, por cierto, al liderazgo de Beatriz Sánchez, que fue esencial en todo este proceso electoral.
Les faltó un 2% para pasar a segunda vuelta. ¿Qué autocrítica hace?
Nos falto madurez y templanza para resolver nuestros conflictos internos, en particular la seguidilla de errores en torno al Distrito 10. Además, todavía tenemos mucho por aprender en despliegue territorial, y nos falta cuajar una mayor cohesión política de nuestra alianza, sin por ello perder diversidad. Pero, sin lugar a dudas, este resultado es un muy buen punto de partida para enfrentar estos desafíos.
El Movimiento Autonomista obtuvo tres diputados. ¿Comenzarán su inscripción legal como partido?
El Movimiento Autonomista, además de tres diputados, el alcalde de Valparaíso, concejales, core y los presidentes de la Fech, Usach y UVM, hoy está constituido en 14 regiones, cuenta con varios dirigentas y dirigentes sociales y tiene inserción en el campo feminista, sindical, socioambiental, salud, cultural y educacional, entre otros. Estamos ad portas de un congreso político donde tomaremos definiciones sobre el futuro de nuestra organización.
El Frente Amplio se encuentra en período de reflexión para ver su postura ante el balotaje. ¿Cuál es su posición?
Como Movimiento Autonomista nos sumamos entusiastas al proceso de reflexión de todo el Frente Amplio convocado por Beatriz, en el que dialogaremos con todos quienes confiaron en el proyecto frenteamplista. La idea es que el debate sea abierto, público y convocante, una manera diferente de tomar decisiones en política que en algunos podrá generar nerviosismo y ansiedad, pero que a nosotros nos parece esencial para consolidar lo conseguido el 19 de noviembre. En este debate mi posición es que debemos cautelar un equilibrio muy delicado entre la confianza depositada en nosotros y el retroceso que significaría un gobierno de derecha. Lo que debemos hacer, por tanto, más que llamar o no a votar por Guillier es colaborar en dar un debate de fondo sobre las ideas que hemos defendido, sobre las que Guillier debe pronunciarse, y que nos han dado la representación que hoy tenemos.
¿Hay posturas muy contrarias dentro del bloque?
Hay diferente tesis, pero no me cabe duda que llegaremos a acuerdo. En lo que tenemos consenso es que no pretendemos negociar ningún tipo de cargo, que el debate debe ser público, que no tenemos propiedad sobre los votos y, por ende, lo que nos corresponde es plantear una interpelación en torno a los ejes de nuestro programa, que fue construido de manera seria y responsable, asociado a gasto fiscal con un costo de U$ 13.400 millones, con una recaudación esperada producto de reformas tributarias del orden de los U$ 14.000 millones.
Usted dijo que no se debe caer en la "lógica vacía de todos contra Piñera". De no apoyar a Guillier, muchos creen que se les culparía a ustedes del regreso de la derecha a La Moneda...
Estamos plenamente conscientes de que Piñera significa un retroceso para Chile, pero no es claro que Guillier signifique un avance. De hecho, en su programa de última hora no se señala ninguna reforma sustantiva más allá de lo que hoy existe. Y quienes votaron por nuestro programa lo hicieron por transformaciones más profundas que las que se han impulsado hasta hoy. Por lo tanto, la responsabilidad de convencer a quienes votaron por nosotros es de Guillier.
El equipo de Guillier ya comenzó a hacer guiños al Frente Amplio. ¿Cómo ve que el senador haya incorporado a Fernando Atria en su comando?
Atria es una persona por quien tengo el mayor de los respetos, y me hubiese encantado que hubiese sido candidato por nosotros, pero poner a determinadas personas sin comprometerse a transformaciones concretas no pasa de ser un gesto, y los gestos no bastan para ganar una elección.
Guillier deslizó una especie de giro en torno al tema de las AFP. Aunque no está en sus propuestas, dice que se deben terminar, pero de manera progresiva. ¿Qué le parece este cambio?
El cambio al sistema de pensiones es un tema clave para nosotros que acogimos la propuesta de la coordinadora "No+AFP", y ese nuevo sistema tiene que ser sin las AFP. Hasta ahora Guillier ha sido confuso al respecto. Por ejemplo, decía "ni un peso más a las AFP", cuando en realidad estaba apoyando la propuesta del gobierno, que consiste en que el 5% nuevo que se cotiza no va a las AFP, pero sí el 10% actual. Esa es una propuesta que en la práctica significa que el negocio sigue igual para las AFP, ni mejor ni peor. Nuestro programa, en cambio, es claro: no debemos cotizar más en las AFP y debemos tener un sistema de seguridad social solidario. Guillier debe ser preciso.
¿Qué ejes programáticos espera que acoja Guillier para seducir al electorado que votó por Sánchez?
No más AFP, condonación CAE, negociación por rama, impuesto a los súper ricos, royalty minero, apuesta por la educación pública (expansión de matrícula y financiamiento a la oferta) y gratuidad en todos los niveles; seguro universal de salud, poniendo fin al negocio de las isapres; posnatal para los padres; descentralización efectiva; territorio y autonomía para los pueblos originarios, y asamblea constituyente. Son hartas cosas, pero el problema, justamente, es que el programa de primera vuelta de Guillier no tenía ninguna reforma sustantiva en estas áreas. Guillier no va a ganar si no propone reformas en serio en estas dimensiones.