Hace ocho años, Gabriel Vargas vistió por primera vez la camiseta de Universidad de Concepción. Llegaba al Campanil precedido de buenas campañas en Deportes Concepción, donde se formó, Puerto Montt y Cobresal. Sólo un breve intervalo en Universidad de Chile interrumpió una relación que supo de 108 goles en 238 partidos y que hoy, según el propio atacante, está a un paso de terminarse.
El Arcángel del Gol está dolido. "Lo único que voy a decir es que soy jugador libre desde el 10 de mayo. Planteé una propuesta, pero no he recibido respuestas", explica, mientras disfuta de sus vacaciones. Después, el hasta ahora capitán del equipo estudiantil opta por el silencio.
En la dirigencia, en cambio, se muestran sorprendidos. "Esperamos una reacción de Gabriel y de su representante. No haremos ninguna declaración, porque respetamos mucho a Gabriel. Le hemos ofrecido lo máximo que podemos, de acuerdo a la realidad económica del club y del fútbol chileno", manifestó el timonel, Mario Rodríguez.
En el club penquista esperan que el ariete flexibilice su postura, pero, en el caso en que insista en partir, están dispuestos a rendirle un homenaje. "Le ha entregado mucho al club", reconoce Rodríguez.