El Gobierno de Chile declaró tres días de duelo nacional en nombre de Gabriela Mistral. La poeta no sólo se encontraba muerta a los 67 años, sino que su cuerpo estaba muy lejos. Mistral había fallecido a causa de un cáncer de páncreas, en el Hospital de Hampstead de Nueva York, el 10 de enero de 1957.
Al llegar al país, los homenajes dilataban su entierro. Once días después, el 21 de enero, el féretro se encontraba en el Salón de Honor de la Casa Central de la U. de Chile. Luego fue sepultada en el Mausoleo de Profesores del Cementerio General de Santiago. Finalmente, tres años después, se cumplió su deseo expresado en su testamento, descansar en Montegrande, actual región de Coquimbo.
Ayer se cumplieron 60 años desde la muerte de la autora de Desolación, cuya existencia estuvo marcada por una vida errante. Tras salir de Vicuña, en la primera década del siglo XX, y luego de ejercer la docencia en Ovalle y Punta Arenas, viajó a México y después a Europa y EEUU.
"Mi corazón y organismo que sienten el peso de los años, no permiten cumplir uno de mis más sentidos anhelos, de bajar a tierra y estrechar entre mis brazos a este pedazo de suelo chileno...", dijo Mistral a la prensa en septiembre de 1954. Era la invitada oficial del Gobierno y su regreso al país después de 16 años de ausencia.
En el marco de las seis décadas de su muerte, hay algunos títulos y ediciones nuevas que asoman en el horizonte, aunque quizás no tantos como los que se esperaría. Entre las últimas novedades asociadas a la mujer nacida como Lucila Godoy Alcayaga, está Reino Animal. Subtitulado Prosa de la tierra, el volumen es parte de una trilogía, que incluye textos seleccionados para acercar a la Mistral a los más pequeños. Otro título es Carta para muchos, que reúne más de 100 documentos diversos, que exhiben el periodo consular de la poeta (1933-1935) en Madrid, España.
Legado fragmentado
Pero a pesar de la edición de gran parte de su poesía y prosa, aún no están publicadas sus obras completas. "Es un proyecto esencial, un interés de hace mucho tiempo. Es un trabajo de gran alcance y necesario", señala Jaime Quezada, presidente de la Fundación Gabriel Mistral.
"Hay material aún en el extranjero, pero en su mayoría, creo que en un 90%, ha sido publicado. Falta reunir esa obra total", agrega Zegers, quien editará en las próximas semanas Poética de la educación. El libro aborda ensayos sobre la enseñanza escritos por Mistral y que saldrá por la editorial de la U. de Valparaíso.
"Son discursos muy vigentes. Ella siempre pensó en la democratización de la educación, en las reformar y la educación pública", comenta Zegers.
Este año también se cumple una década desde que su colección personal hizo un viaje final desde EEUU. Esto ocurrió luego que Doris Atkinson, sobrina de Doris Dana, amiga y albacea de Mistral, donara su archivo al Estado de Chile, quedando el material en la Biblioteca Nacional. Así se ordenaron cerca de 17 mil documentos disponibles para investigar y revisar online. Material que incluye manuscritos, artículos de prensa, cartas y ensayos. Además, se efectuó la digitalización de más de 2 mil fotografías. Más de mil piezas y objetos fueron trasladados al Museo Gabriela Mistral de Vicuña.
"El legado tiene mucho que ofrecer todavía", dice Pedro Pablo Zegers, quien fue uno de los estudiosos a cargo de recibir las cajas ubicadas en el Archivo del Escritor. "Como compromiso con la Dibam pusimos gran parte de la obra digitalizada, a disposición de la gente, tres años después de recibir el legado", dice el actual director de la Biblioteca Nacional.
En estos 10 años la obra de la poeta ha crecido considerablemente. En parte gracias a los papeles inéditos ahora disponibles. Pedro Pablo Zegers ha sido responsable de la edición de libros como Niña Errante (2009), que reúne las cartas de la poeta con Doris Dana. También de Hijita querida (2011), que muestra el vínculo epistolar con la profesora mexicana Palma Guillén.
Además, se han sumado otros títulos fundamentales. Por ejemplo, Epistolario americano (2012), que incluye misivas con Salvador Allende, Alone, Neruda y Ezra Pound. También una nueva versión de Poema de Chile (2013) y la antología política Por la humanidad futura (2015). Ambos títulos editados por Diego del Pozo e impresos por La Pollera.
Pero para la poeta Elvira Hernández hay un problema histórico. "Se nos enseñó a odiarla", señala. "La artista Cecilia Vicuña dice que nos enseñaron a hacerle bullying. Pero Mistral se ligaba a lo más propio nuestro. Se hundía en el castellano de esta América, en el habla de las comunidades pueblerinas de los Andes con un apego a la tierra, a la naturaleza donde el lenguaje se va aplomando, haciéndose más pesado pero no menos interesante si se lee bien".