Gabriela Rosende, secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), aborda la complejidad de hacer campañas destinadas a peatones, pues tienen un comportamiento "impredecible" en las calles. Añade que se ha difundido el mensaje de que quienes comparten las calles, antes que ser conductores, son peatones.

¿Por qué se han mantenido en el tiempo los accidentes en este grupo?

Ha habido disminución, pero muy baja. Es un porcentaje no menor respecto a otros usuarios. Es difícil enfocar las campañas para ellos pues son impredecibles y no tienen conciencia de que su cuerpo es una carrocería: siempre hay un mal resultado para ellos. Cuando un vehículo los choca a 60 kilómetros por hora, su sobrevida es baja o casi nula. Hay medidas de seguridad importantes, como las pasarelas en las carreteras o la reducción de la velocidad. También hemos promovido las zonas tranquilas en las ciudades (como resaltos). En paralelo, hay medidas como semáforos que instalamos en el suelo, en un plan piloto desarrollado en Concepción. Aún se evalúan los resultados.

¿Qué factor nuevo incide en los siniestros viales que involucran a estas personas?

Los peatones son, muchas veces, imprudentes. Vemos que el uso del teléfono es común, lo que lleva a que caminen mirando hacia abajo en la calle. De ahí la idea que se ha implementado en otros países de instalar semáforos especiales en el suelo y no en postes. Además, se presentan problemas porque utilizan mal los pasos de cebra, sin escuchar ni hacer contacto visual con los conductores de los vehículos.

¿En qué comunas sucede más este tipo de siniestro?

El ranking dice que donde hay más afectados son Pudahuel, Arica, Puente Alto, Concepción y Puerto Montt. Entonces hemos llamado a que en esas comunas se instalen elementos de seguridad. Además de que son necesarias las campañas de seguridad en las escuelas, pues los niños son peatones.